De cerca: Blaise Matuidi.

- Probablemente, ya no le quedará mucho fútbol que demostrar, y por ello se fue a los Estados Unidos, donde juega para el Inter de Miami. Pero anteriormente pasó por grandes clubes, tales como la Juventus y Paris Saint Germain, con los que solo le faltó alzar el trofeo de la Champions League.

Al menos puede presumir de haber levantado la Copa del Mundo, pues jugó bastantes minutos en ese Mundial de Rusia del que Francia salió campeona en 2018. También jugó el de Brasil 2014 y las Eurocopas de 2012 y 2016.

Blaise Matuidi se mueve en una posición en la que siempre hay overbooking en cuanto a la selección francesa. Jugadores como Paul Pogba o Adrien Rabiot son dos de los hombres que han compartido sus tareas.

Además de poder trabajar como mediocentro ofensivo, Matuidi puede jugar algo más adelantado, e incluso como interior zurdo. En la línea de medios es todo un pulmón, un jugador muy físico que se harta a recuperar balones, veloz, resistente  con mucha presencia. Por lago le llaman "The Octopus".

Nacido en Toulouse (Francia) el 9 de abril de 1987, este centrocampista de sangre congoleña daría sus primeras patadas al balón en el distrito parisino de Fontenay-sous-Bois, donde se crió junto a sus cuatro hermanos.

Siempre fue un gran seguidor del PSG, pero Blaise tendría que aguardar unos años para representar al club de sus sueños, empezando su carrera en el equipo local US Fontenay-sous-Bois, de donde pasaría al Vincennois a finales de los noventa.

Aún era joven y tendría que competir varios años en bajos niveles, primero con el INF Clairefontaine, y luego con US Créteil, de donde ya se marcharía al Espérance Sportive Troyes, ya listo para dar el salto profesional. 

Con el Troyes jugaría durante dos años en la Ligue-1, competición en la que debutó el 30 de julio de 2005, en un partido frente al Nice que se resolvería con empate a uno. Durante esos dos años, Matuidi fue un jugador indiscutible dentro del cuadro de Stade de l'Aube, que descendería de categoría en la campaña 2006\07.

Después ficharía por el Saint-Étienne, otro club con el que competiría a muy buen nivel en la división de oro, en la que ya haría formidables actuaciones para llamar la atención de los clubes más grandes, el PSG entre ellos.

Matuidi conseguiría al fin fichar por el equipo que siempre admiró, refuerzo que se haría efectivo el 25 de julio de 2011. Antoine Kombouaré le recibiría en su plantilla, quien meses después sería suplido en el banco por Carlo Ancelotti.

Ya desde el principio, el centrocampista sabría ganarse el puesto con el conjunto parisino, con el que empezaría a coleccionar títulos a partir de 2013. Entonces sumaría un total de cinco trofeos ligueros, tres de la Copa y otros tantos de menor importancia. En 2018 abandonaría su ciudad natal para probar suerte en el extranjero.

Se uniría a la Juventus el 18 de agosto de 2017, donde se codearía con otros grandes profesionales del balón como Paulo Dybala, Miralem Pjanic, Giorgio Chiellini, Mario Mandzukic y, en cuestión de poco tiempo, se sumaría al equipo "bianconero" el crack luso Cristiano Ronaldo. 

Matuidi conquistó la Copa del Mundo con Francia, en el Mundial de Rusia 2018.

- Con semejante plantilla, la Juve no haría otra cosa que dominar el título liguero, el que se adjudicaría durante tres años consecutivos, con Matuidi en sus filas. Además caerían también la Copa y Supercopa nacional.

El mediocentro galo dejaría Turín en 2020, con unos números de 98 partidos y 6 goles anotados. Consciente de que se va terminando su carrera profesional, Blaise se marchó a los Estados Unidos, donde aún juega para el Inter de Miami.

Para la selección de Francia ha disputado 84 encuentros internacionales y ha marcado 9 goles. Empezaría a jugar para el equipo absoluto a partir de 2010, afrontando su primer torneo en la Eurocopa de Polonia-Ucrania 2012. También disputó la Euro de Francia de 2016, el Mundial de Brasil 2014 y el de Rusia 2018, donde salió campeón.