¿Te acuerdas de Antonis Minou?

- Tengo el recuerdo de este portero como uno de los guardianes de la selección griega de los años noventa. Competía por el puesto con Christos Karkamanis y Elias Atmatsidis, años antes de la apariciónn del gran Antonis Nikopolidis.

A Minou le vimos jugar un partido en el Mundial que se celebró en los Estados Unidos en 1994. También acudió a alguna Eurocopa con la selección helena, mientras destacaba en la liga de su país jugando para el AEK Atenas. También prestó sus servicios a clubes como el Panathinaikos, Kastoria y Apollon Smyrnis.

Este arquero tenía detalles de futbolista sereno, aunque cierto es que le vimos tener fallos de concentración en algún tramo de su carrera. Desde luego, este señor fue el inicio de una escuela de grandes porteros en su país.

Antonis Minou (Αντώνης Μήνου) nunca salió de su país para probar en otras ligas extranjeras. Nació el 4 de mayo de 1958 en Aridaia (Grecia). Su primer club fue el Almopos Aridea, cuya sede está ubicada en su ciudad natal.

Con este equipo jugaría hasta la categoría juvenil, ya que a principios de los ochenta le surgió la posibilidad de fichar por una entidad de índole profesional como la AS Kastoria. El 7 de septiembre de 1980, Minou se pondría bajo palos para medirse frente al PAOK de Salonika. La cita se resolvería con empate a uno.

Minou seguiría afrontando más encuentros en la máxima categoría, adquiriendo una gran reputación que se ensalzaría con sus primeras citas internacionales, puesto que el cancerbero formaría parte del equipo olímpico en 1984.

Se vieron geniales actuaciones del meta de Aridaia, que entonces ya era miembro de un Panathinaikos con el que optaría a ganar sus primeros títulos. Para el equipo ateniense debutaría en septiembre de 1982, manteniendo su portería a cero en un choque con empate contra el Aris de Salónica. 

Inolvidable fue su estancia en el Panathinaikos, para el que Minou jugaría 73 encuentros más en la Alpha Ethniki. En aquellos cinco años, el meta heleno celebraría dos títulos ligueros y otros tres de la competición de Copa.

No tuvo fácil aumentar sus registros con el club del trébol, ya que Nikos Sarganis acabaría quitándole el puesto cuando su carrera parecía despegar. Esto le obligaría a tomar un cambio de aires, y Minou ficharía por el AEK Atenas.

Acertó en su decisión, ya que en el AEK acabaría ganándose la titularidad pese a ser el suplente de Spyros Ikonomopoulos en su primera temporada. Dusan Bajevic apostaría por el guardameta de Aridaia.

En la plantilla del equipo gualdinegro coincidiría con compañeros de selección de la talla de Stelios Manolas y Lampros Georgiadis, además del estadounidense Frank Klopas. Y precisamente en América iba a tener su primera experiencia mundialista al ser convocado por el seleccionador Alketas Panagoulias.

Con el AEK también ganaría sus trofeos. Además de competir a gran nivel por Europa, Antonis Minou volvería a alzar la copa liguera en tres ocasiones, la Supercopa nacional y la Copa EPAE, que es el torneo de la Copa de la Liga helena. 

Llegó a cumplir con otras 125 apariciones en la Alpha Ethniki, completando en la capital griega cinco temporadas de ensueño antes de abandonar el AEK, donde se perfiló como uno de los mejores arqueros nacionales. La directiva del club ateniense no le renovaría, algo que causó estupor en los medios nacionales. 

Minou encajó cuatro goles en su aparición mundialista contra la selección de Argentina.

- Con la Copa del Mundo a la vuelta de la esquina, Minou ficharía por el Apollon Smyrnis. Ya no habrían más títulos por celebrar, pero el guardameta extendería su contrato hasta 1996, para ya disputar sus últimos partidos en la primera división griega. Minou colgaría los guantes.

Minou fue internacional olímpico con Grecia antes de debutar para el combinado absoluto en 1986. Acudió a muchas convocatorias durante sus ocho años como internacional, en los que cumplió con 16 apariciones.

Acudió al Mundial de USA 94, en el que Minou solamente tendría una oportunidad, con una actuación con amplia goleada frente a la Argentina de Diego Armando Maradona. Fue una mala tarde la de Minou en Boston.

De cerca: Tomás Suslov.

- Este jovencísimo centrocampista es una de las grandes esperanzas del fútbol eslovaco, con amplia participación para su selección, pasando por todas las categorías y hasta llegar al combinado absoluto de Eslovaquia. Por el momento, la UEFA Nations League es la única competición oficial en la que Suslov ha participado.

Le conoceréis por su increíble iniciación con el Groningen neerlandés, para el que compitió durante unos años en la Eredivisie, hasta que descendió. Actualmente juga para el Hellas Verona, de la Serie A italiana.

Para quien no le conozca, este centrocampista suele funcionar como un volante con destacada visión de juego. Es pasador y goleador, y también puede funcionar como extremo diestro o más rezagado, como pivote organizador.

Su nombre es Tomás Suslov, y nació el 7 de junio de 2002 en Spišská Nová Ves (Eslovaquia). Por parte paterna tiene sangre ucraniana, de modo que perfectamente habría podido representar a la selección amarilla.

En su ciudad empezó a destacar como promesa juvenil, para después seguir formándose en el Tatran Presov, un club de mayor renombre en su país natal. Sus condiciones fueron tan brillantes, que Suslov nunca llegaría a debutar en la primera división eslovaca, ya que contaría con ofertas más interesantes del extranjero.

El 10 de agosto de 2018 viajaría a los Países Bajos para firmar un contrato de dos años con el F.C. Groningen. Inicialmente, Tomás Suslov jugaría para el equipo filial, pero poco tardaría en contar para la plantilla profesional.

Con la llamada de Danny Buijs, el prometedor centrocampista iba a tener la posibilidad de debutar en la Eredivisie. Esto ocurriría el 22 de febrero de 2020. En un partido en casa contra el VVV Venlo, Suslov sustituiría a Matusiwa para tener 3 minutos de juego, y los de Limburgo se llevarían la victoria, por 0-1.

Aquella sería la única oportunidad de la temporada, pero el volante eslovaco podría hacer la pretemporada del curso siguiente, que fue cuando se ganaría el contrato profesional gracias a su impresionante eclosión.

Suslov tendría un año espectacular con el Groningen, dejando muy buenas pinceladas de su clase y anotando sus primeros tantos por la máxima competición neerlandesa, marcados ante equipos como el Heerenveen y PSV.

Ya empezaban a salir clubes de otras ligas que se interesaron por sus evoluciones. Suslov consiguió establecerse en la selección nacional absoluta y ya figuraba como una de las grandes sorpresas de la Eredivisie.

Tanto él como Strand Larsen habían causado sensación con el conjunto de Groninga. El delantero noruego se iría al Celta de Vigo, mientras que Suslov continuaría por Euroborg Stadion un año más, lamentando una malísima campaña que supondría el descenso a la Eerste Divisie (2022\23).

El medio eslovaco no continuaría más en el Groningen, y también cerraría su participación en la liga neerlandesa con unos números de 4 goles en 88 partidos. El jugador empezaría a escuchar ofertas de otros clubes.

El 1 de septiembre de 2023, Suslov ficharía por el Hellas Verona, equipo de la liga italiana. En principio, el jugador llegaría como cedido, pero la directiva de la entidad de Véneto no tardaría en adquirir la propiedad del jugador, que ya convencería a las órdenes del técnico Marco Baroni.

En noviembre de 2020, Tomás Suslov logró debutar para la selección absoluta de Eslovaquia.

- Debutó en la Serie A en un duelo frente al Bologna, en el que tuvo veinte minutos para cerrar una cita de poco espectáculo (0-0). En cuestión de poco tiempo, el eslovaco se ganaría el puesto con el Hellas Verona.

Solo le falta estrenarse como goleador de la competición italiana. Por lo demás, Tomás Suslov está haciendo una buena temporada con Baroni, lo que le sirvió para firmar un buen contrato en el pasado mes de enero.

Ha jugado para todas las categorías de la selección de Eslovaquia, hasta que el 18 de noviembre de 2020 jugó su primer partido con el equipo absoluto, en un encuentro frente a la República Checa. Hasta la fecha, el centrocampista ha intervenido en 25 encuentros internacionales y ya ha anotado en dos ocasiones.

¿Te acuerdas de Enrique Saura?

- Atacante valenciano que no tuvo la necesidad de pasar por los grandes de España para alzar títulos. Empezó con el C.D. Castellón y llegó al Valencia C.F., con el que alzó los trofeos de la Copa del Rey, la Recopa y la Supercopa de Europa. Diez temporadas pasó como jugador "ché", para después terminar de nuevo en el Castellón y C.D. Onda. Tampoco le faltó la experiencia internacional.

Muchos veteranos del fútbol recordarán a Enrique Saura por el Mundial de España 82, en el que dejó un importante gol para continuar con vida en el torneo. Aquella selección no pasaría del segundo grupo del torneo.

Enrique Saura Gil jugaba como extremo derecho, aunque también servía como interior y volante ofensivo. Entre sus virtudes estaban las de centrar buenos balones y sorprender con arrancadas que podrían derivar en gol, sin renunciar a ese fútbol casto y aguerrido de aquellos inolvidables años ochenta. 

Nació en la localidad castellonense de Onda (España), el 2 de agosto de 1954. Toda oportunidad para llegar al fútbol profesional la recibió en las filas del C.D. Castellón, en cuya cantera fue brillando hasta llegar al primer equipo. 

En Segunda División se hallaba aquel Castellón, en manos del ilustre Paco Gento. Éste le concedería algunas apariciones en la división de plata, en la que el jugador dejaría 6 dianas durante su primer año de participación. 

El joven atacante seguiría destacando con el cuadro "orellut", con el que no terminaría la temporada 1975\76. Su increíble progresión no pasaría desapercibida para los directivos del Valencia C.F., que se haría con los servicios de Saura para el resto del ejercicio. 

Saura debutaría en Primera a las órdenes de Manolo Mestre, el 9 de noviembre de 1975, en un encuentro en La Romareda, con el Zaragoza como local. Con su flamante fichaje de titular, los valencianos vencerían por 0-2.

La adaptación del extremo al equipo "ché" fue extraordinaria, dejando muy buenas actuaciones sobre el verde y ese inolvidable primer gol en la primera española. Fue en la campaña siguiente, en un duelo celebrado en Atotxa frente a la Real Sociedad, del que el conjunto mediterráneo sacó un empate (2-2). 

En aquella campaña ya dejaría un hat-trick en Copa contra el C.D. Naval, y otro tanto copero ante el Real Oviedo. El torneo del K.O. sería su primer logro como valencianista, pero aquello llegaría en 1979, con Pasieguito de entrenador.

Así llegaría el buen momento de un Valencia que todavía festejaría más gestas, al mismo tiempo que Enrique Saura registraba sus mejores números en Primera División, anotando 9 tantos en el curso 1979\80.

Precisamente en aquella campaña, y con Alfredo Di Stéfano de entrenador, el equipo "ché" se proclamaría campeón de la Recopa de Europa, después de imponerse al Arsenal inglés en la final del torneo.

Muy buen equipo manejó Di Stéfano por entonces, con jugadores como Botubot, Miguel Tendillo, Rainer Bonhof, Solsona y Mario Alberto Kempes. En la portería estaba Carlos Pereira y los balones llegaban desde la banda derecha, propulsados por Enrique Saura.

El último éxito de la década llegaría con la vuelta de Pasieguito, ganando la Supercopa de Europa ante el Nottingham Forest de Brian Clough. A Saura aún le quedaban otras cuatro temporadas por la Ciudad del Turia.

En el Mundial de España 82, Enrique Saura dejó un gol frente a Yugoslavia.

- El extremo castellonense apuraría aquellos años para firmar sus números definitivos en la Primera División española, en la que dejó 37 goles en 306 encuentros, todos ellos como miembro del Valencia C.F.

Con 31 años volvería al Castellón, con el que compitió en Segunda durante un par de campañas. Antes de que el club de Castalia ascendiese a Primera, Saura se marcharía al C.D. Onda, donde ya colgó las botas. 

Para la selección española, Saura hizo 4 goles en 23 partidos. José Santamaría se llevaría al castellonense al Mundial de España 82, en el que "La Roja" no pasaría de la segunda fase de grupos. En el torneo, el de Onda marcaría un gol frente a Yugoslavia que sería decisivo para obtener la victoria.