¿Te acuerdas de Volodymyr Bessonov?

- Hoy en día seguramente defendería a la selección ucraniana, pero la historia quiso que figurase como uno de los últimos futbolistas en defender a la poderosa Unión Soviética. Sí, él fue uno de aquellos fabulosos talentos de la extinta selección de la URSS, de los que formó equipo con los Demyanenko, Belanov, Dassaev y Oleg Blokhin, entre otros.

Ahora viene donde la matan, como diría aquel. Y es que lo complicado de los jugadores rusos es acertar con el nombre. En España lo conocemos como Vladimir Bessonov, aunque su nombre completo es Vladimir Vasilievich Bessonov o Volodymyr Vasylyovych Bezsonov. Владимир Васильевич Бессонов (cirílico ruso) y Володимир Васильович Безсонов (ucraniano).
Aclarado un poco todo mal entendimiento con su nombre, vayamos con su procedencia. Bessonov o Bezsonov nació en la ciudad ucraniana de Kharkiv, el 5 de marzo de 1958. Hoy es conocido como un gran entrenador y otrora como un futbolista como la copa de un pino.

Es uno de los jugadores que más veces defendieron los intereses del equipo nacional soviético -con 79 partidos- y un inolvidable mago del balón que representó a clubes como el Dynamo Kiev o el Metalist Kharkiv, y también tuvo un año en el fútbol hebreo.

Yo era un niño cuando oí su nombre por primera vez, cuando aquella escuadra soviética aterrorizaba a sus rivales por los grandes atletas que fueron jugadores como este. Pero además de lo físico, muchos futbolistas rusos poseían una calidad soberbia.
Bessonov era un lateral derecho de increíbles condiciones físicas y un tipo que sabía manejar el balón. Correteaba la banda derecha para buscar enroscadas asistencias y se empleaba con dureza y sacrificio para recuperar un gran número de balones. Allá donde fue, el zaguero ucraniano siempre lució un fútbol fuera de lo normal.

Inició su carrera deportiva en el equipo de su ciudad, el Metalist Kharkiv. Tenía diecisiete años cuando consiguió debutar como profesional en 1975, y ya desde tan joven seduciría a los mejores equipos del país.

Bessonov llegaría al Dynamo de Kiev en 1976, club al que representaría durante catorce años formando parte de una escuadra que venía de conquistar la Recopa con un pletórico Oleg Blokhin, ganador del Balón de Oro. Volodymyr era aún joven, pero ya venía de entusiasmar al público ganando el primer Mundial juvenil de la historia, el de Túnez 77.
Ya en su segundo año con el equipo de Kiev consiguió ganarse la titularidad, justo cuando el Dynamo se hizo con el campeonato de liga. Aquel magnífico año fue la llave para que Bessonov empezase a jugar para la selección nacional.

Oro y Bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl y Moscú respectivamente, Volodymyr empezó a ganar títulos y galardones personales. Con el Dynamo de Kiev conquistó seis títulos de Liga, cinco Copas, tres Supercopas de la URSS y una Recopa de la UEFA en 1986.

Él fue ganador del premio como mejor futbolista del año de la URSS en 1989 y jugó un total de 277 partidos en la liga soviética, en la que anotó 27 tantos. Abandonaría el país a comienzos de los noventa para buscar la jubilación en Israel.
En Tierra Santa jugaría para el Maccabi Haifa, con el que antes de concluir la campaña 1990\91 ya anunciaría su retirada del fútbol. Posteriormente inició  nuevas experiencias como entrenador, carrera que emprendería a partir de 1997 dirigiendo al CSKA de Kiev.

Volodymyr Bessonov dirigió a un montón de equipos, y a la selección de Turkmenistán inclusive. El eterno alero soviético se casó con Viktoria Serkyh, una bicampeona mundial de gimnasia rítmica con la que tuvo a Anna Bessonova, también campeona de la misma modalidad en 2007.

Entre 1977 y 1990, Volodymyr Bessonov llegó a participar en 79 partidos internacionales. 

- Los números de Bessonov con la selección soviética se resumen en 79 partidos y 4 goles. También jugó para la selección en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Moscú 1980, en los que consiguió sendas medallas de oro y bronce.

Hizo mucho ruido con la selección de la URSS, aquella que empezó a representar a partir de 1977 hasta 1990. Hizo historia junto a sus compañeros al conseguir meter a su selección en el Mundial de España 82, ya que la Unión Soviética llevaba doce años sin competir en una Copa del Mundo. Con casi ochenta partidos internacionales, Bessonov es el quinto jugador que más veces honró a la extinta nación.