¿Te acuerdas de Hördur Felixson?

- La figura de jugadores como el que les voy a presentar siempre estará presente en la historia del fútbol islandés. Y es que Hörður Felixson fue uno de aquellos futbolistas que compusieron el equipo de K.R. Reykjavik, el primer club de Islandia que logró llegar a la Copa de Campeones europea, conocida hoy en día como la Champions League.
Este defensa solamente tuvo una novia en lo que se refiere al fútbol, puesto que siempre jugó para el K.R. Reykjavik. Durante un lustro representó también a la selección islandesa de fútbol, con la que tuvo varias apariciones durante su carrera.

Este legendario zaguero nació en la mismísima capital islandesa el 25 de octubre de 1931. Por entonces, la Úrvalsdeild Karla (liga islandesa de fútbol) apenas cumplía los veinte años de existencia, esa misma en la que nuestro protagonista acabaría debutando tras dar sus primeras patadas al balón.

Como todos los futbolistas de aquella época, Felixson era un jugador con pundonor, bravura y ganas de practicar un deporte con el que no se podía sacar un sueldo para vivir. Jugaban por simple afición, pero a Hördur le tocaría formar parte del combinado nacional en poco tiempo, algo que le ayudó a crecer como futbolista.
Formaba como defensa central, un tipo duro, con envergadura y una resistencia asombrosa. En aquellos tiempos en los que las delanteras tenían mayor protagonismo, el zaguero islandés supo ganarse una gran fama gracias a su entrega y eficacia.

Entró en las filas del Knattspyrnufelag Reykjavíkur a comienzos de la década de los cincuenta, un club conocido como el más antiguo y el más glorioso de Islandia, puesto que es el que con más títulos se ha hecho.

Debutó en la Úrvalsdeild por entonces hasta hacerse con la titularidad dentro de la plantilla. Durante su larga estancia en las filas de la escuadra blanquinegra, Felixson conquistó varios títulos nacionales, sumando siete campeonatos de Liga y cinco Copas de Islandia, las primeras del conjunto de Reykjavik en su historia.
Vivió los primeros años del torneo copero en su país, ya que la primera edición se disputó en 1960, la cual fue ganada por su equipo, así como las cuatro siguientes de manera consecutiva. Fueron sus años más dulces, lo que le valió para jugar con el equipo nacional.

Pero Hördur también es importante por un hecho histórico que solamente lograría con el equipo capitalino. El fuerte defensor escandinavo probó las dulces mieles de las primeras noches europeas, en lo que supuso la primera participación de un equipo islandés en la Copa de Campeones.

Los hombres de Karl M. Guðmundsson se plantaron en la máxima competición europea para afrontar un dificultoso partido ante el Liverpool de los Gordon Wallace, Phil Chisnall y Roger Hunt, quienes aquella noche del 17 de agosto de 1964 acabaron con el sueño islandés en Laugardalsvöllur.
Los nórdicos salieron derrotados en la primera ronda por 0-5, y en el partido de vuelta por 6-1 en el histórico Anfield. El gran Hördur Felixson nada pudo hacer por frenar el ataque de los afamados "Reds".

Felixson nunca volvería a vestir los colores de otro club. Toda su carrera la dedicó al K.R. Reykjavik, equipo con el que jugó durante quince temporadas hasta retirarse en 1965 para figurar en la historia como uno de los jugadores más legendarios del club.

Además de su internacionalidad con Islandia, Felixson fue importante por su larga etapa en el K.R. Reykjavik.

- Pero no toda su carrera se basa en sus gloriosos pasos con el equipo de Völlur, ya que su buen hacer le llevaría a formar parte de la selección islandesa durante cinco años. Ya acumulaba ocho temporadas en el Knattspyrnufelag Reykjavíkur cuando recibió la llamada de Óli B. Jónsson, la que facilitaría su debut internacional en 1958 en un partido ante Irlanda.

Sin nada importante que señalar, Felixson jugó un total de once compromisos internacionales con el combinado nacional, poniendo fin a su etapa internacional en 1963, dos años antes de retirarse del fútbol. En la selección azul coincidió con sus hermanos Gunnar y Bjarni. Juntos coincidieron sobre el verde, algo que nunca ocurrió en la historia de la selección de Islandia.