lunes, 30 de abril de 2018

De cerca: Benjamin Fisk.



- Llegó a Galicia en 2014 para intentar escalar peldaños y acabar jugando en la máxima categoría española. Se dice que soñar es gratis y a Fisk no le faltan condiciones para acabar jugando en una liga más competitiva.
De momento ha de conformarse con haber jugado en la Segunda B española con el Coruxo, para después bajar el listón y participar en Tercera con el Deportivo B. Lejos ya de España, Fisk sigue compitiendo en la North American Soccer League con el F.C. Edmonton, sin perder la esperanza de triunfar fuera de su país.

Con la selección canadiense ha tenido sus primeras convocatorias y ya ha jugado sus primeros amistosos. Benjamin Anthony Fisk Routledge nació el 4 de febrero de 1993 en Vancouver, Columbia Británica (Canadá).

En uno de mis viajes a mi tierra tuve la oportunidad de verle en un partido con el Coruxo, creo que fue ante el Murcia, equipo que se llevó los tres puntos de O Vao al vencer por 0-1. Ben jugó los noventa minutos del partido y me dejó buenas sensaciones.
Más allá de lo que ví, sé que éste es un jugador de ataque, capaz de desenvolverse en varias posiciones del medio campo. Es diestro y puede jugar por los dos carriles como interior, también puede actuar como volante e incluso como delantero. Es más un delantero posicional que tampoco tiene mucho gol, pero es de los que ganan partidos.

Hijo de un padre británico, Benjamin jugó para una serie de clubes locales antes de unirse al sistema juvenil del Vancouver Whitecaps F.C., club al que perteneció entre 2006 y 2013. Empezó jugando en la categoría juvenil, pasó al equipo filial y, ya en 2011, debutó con el primer equipo a los dieciocho años.

En la NASL tuvo sus 27 apariciones y anotó ocho goles, por lo que en la entidad de Vancouver ya se frotaban la manos con él. Pese a sus buenos inicios, Fisk se marcharía cedido a los Estados Unidos para jugar en el Charleston Battery.
Tampoco tuvo muchas opciones en su nuevo equipo, aunque en lo poco que jugó supo defenderse a la perfección. En nueve partidos registró un par de goles, por lo que el jugador ya se veía capacitado para aceptar mayores retos, así que armó el petate para cruzar el gran charco y presentarse en España.

Aterrizó en Vigo el 8 de agosto 2014 para firmar un contrato de un año con el Coruxo F.C. Tal vez ese sería un buen movimiento para que el club vecino, el Celta de Vigo, mandase ojeadores para observar a la perla canadiense.

Fisk debutó en la Segunda B con el conjunto vigués un 7 de septiembre de 2014, en un choque frente al Lealtad que acabó con una victoria por 2-1. Después de tener minutos en O Vao y fuera de casa contra el Avilés, Ben pudo tener sus primeros minutos como titular en El Plantío frente al Burgos, en una trabajada victoria por 2-3 a favor de los gallegos.
El atacante dejó buena impresión y anotó un hat-trick en un partido a domicilio contra el Tropezón, goles que valieron para ganar el partido por 1-3. En su única campaña con el Coruxo dejó cuatro tantos en 24 partidos.

Su buen rendimiento sirvió para que el Deportivo de La Coruña le ofreciese contrato, aunque finalmente se incorporaría al club coruñés para jugar en el Fabril, sin opción alguna de llegar al primer equipo tras una temporada 2015\16 bastante discreta en la Tercera División Española. Ben Fisk abandonó España una vez concluido el curso.

De vuelta en Canadá, el de Vancouver firmó por el Edmonton el 28 de julio de 2016. Allí está recuperando el prestigio perdido en tierras extranjeras, e incluso ha destacado tanto que ya fue llamado para jugar con la selección nacional absoluta.

Ben Fisk celebra uno de sus dos goles marcados en su etapa como jugador del equipo Sub-23.

- Estuvo jugando para las categorías menores de la selección canadiense, con el equipo Sub-20 y Sub-23. Ben Fisk dejó muestras de calidad en su experiencia juvenil, pero su debut con el equipo absoluto no llegaría hasta que regresó a Canadá para destacar en el Edmonton.

Venía de participar en dos amistosos con el equipo Sub-23 cuando Octavio Zambrano le convocó para una gira amistosa en la que tendría la oportunidad de debutar. Con veinte años ya había estado a punto de hacerlo, pues fue convocado para dos amistosos ante Bulgaria y Moldavia, pero por aquel entonces no jugó ni un solo minuto.

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