lunes, 30 de abril de 2018

¿Te acuerdas de Tom Florie?



- He hablado tanto sobre el Mundial de Uruguay de 1930 que casi podría decir que estuve allí. La historia la escriben todas aquellas selecciones que participaron en aquella primera gran cita internacional, la primera Copa del Mundo de la historia que reunió a selecciones como la de Brasil, Bolivia, Estados Unidos, Yugoslavia, Rumanía, Bélgica, México y, evidentemente la anfitriona y campeona, Uruguay.

Nuestro siguiente protagonista fue miembro del equipo nacional norteamericano, el cual alcanzó un cuarto puesto en un partido no oficial ante la selección yugoslava, que se negaría a seguir concursando tras el mal arbitraje en la semifinal ante la anfitriona charrúa.
Su experiencia internacional se resume en ocho partidos y dos goles. No participó en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928, en cambio jugó en dos Copas del Mundo actuando como capitán de la selección de USA.

El elegante Tom Florie, capitán de USA.
- Thomas Florie nació el 6 de septiembre de 1897 en Harrison, estado de New Jersey (Estados Unidos). Como muchos muchachos de aquella lejana época, el delantero provenía de una familia de raíces italianas y empezó a jugar al fútbol desde muy joven, llegando a jugar para equipos como el de Providence, New Bedford Whalers o Fall River entre otros.
Pero el inicio de su carrera se tuvo que demorar, ya que Tom estaba en la Marina cuando estalló la Primera Guerra Mundial, por lo que tendría que cumplir con sus servicios patrióticos antes de representar a su nación en los campos de batalla en los que el balón era su única arma.
Los grandes historiadores aseguran que Florie era un delantero muy habilidoso, un genio del balón capaz de colarse en el área rival con sorprendente facilidad. Era rápido escurridizo y goleador, y ya en 1922 pudo ingresar en el equipo de su ciudad, el Harrison F.C. Con este club competiría en la American Soccer League, aunque solamente tendría la oportunidad de jugar tres partidos, puesto que en el mismo año se uniría al American AA, de la West Hudson Amateur League. Todavía eran los inicios de un gran delantero que más tarde se haría con dos ejemplares de la National Challenge Cup , además de ser uno de los primeros atacantes en asistir a una Copa del Mundo.

Tom volvería a competir en la ASL cuando se incorporó al  Providence FC. Con este equipo consiguió labrarse una buena fama para figurar como uno de los mejores delanteros estadounidense que permanecería en la disciplina hasta 1928.
En sus cuatro años jugando para la escuadra de Providence, conocida ahora como Gold Bugs, Florie dejó  63 goles en 166 partidos. Tuvo un rendimiento sensacional, pero no sería convocado para acudir a las Olimpiadas de Amsterdam, algo que sorprendería al propio jugador.

Su siguiente paso sería fichar por el New Bedford Whalers II, equipo que sufriría una modificación con los New York Yankees para más tarde convertirse en New Bedford Whalers III. Con esta escuadra seguiría haciendo tantos goles que sería incluido en la lista de norteamericanos que jugarían en el Mundial de Uruguay.

Es por ello que en aquellos años estaría representando a diferentes nombres pertenecientes a un mismo club. En la primavera de 1931 jugaría en el Fall River y en otoño volvería vestir los colores de un renacido New Bedford Whalers.

En 1932, los Whalers derrotaron a Stix Baer y Fuller F.C. por 8-5 en un resultado global en la final de la National Challenge Cup. Florie anotó un gol en cada uno de los dos encuentros y siguió dejando más goles en una competición que conquistaría en dos ocasiones.
Después ficharía por el Pawtucket Rangers, equipo recién ascendido a la NCC. Sin embargo, el equipo no pudo mantener el tipo en la categoría por mucho tiempo, puesto que al final del curso 1934 retornaría a su antigua división.

Su mal momento con los Rangers no impediría que el capitán americano consiguiese aparecer en la segunda participación histórica de los Estados Unidos en un Mundial. Thomas jugaría aquel triste partido de octavos en el que los americanos cayeron por un doloroso 7-1 ante la selección italiana, la campeona de su propia edición mundialista en 1934.

Florie seguiría jugando al fútbol hasta comienzos de los años cuarenta. Lo hizo defendiendo los intereses del Pawtucket F.C., equipo con el que conseguiría su segundo título de la NCC tras derrotar al Detroit Chrysler por 8-5 en un resultado total. El delantero colaboraría con un tanto, uno de los últimos a lo largo de su carrera.
Así daría por concluida su exitosa carrera como futbolista. El de Kearny fallecería un 26 de abril de 1966 en Rhode Island, al Norte de Providence. Sin duda alguna, fue uno de los mejores jugadores de los años 20, 30 y comienzos de los 40.

Vemos a Florie (a la izquierda) junto a sus compañeros Aldo Donelli y Martinelli. 

- Florie jugó un total de ocho partidos con el equipo nacional de los Estados Unidos, en los cuales dejaría dos goles. Uno de ellos sería en el enfrentamiento ante Bélgica de la Copa del Mundo de Uruguay 1930, duelo que caería a favor de los americanos al derrotar a los belgas por 3-0. USA llegó a las semifinales y cayó ante Argentina, que a su vez sería vencida por la campeona Uruguay.

También acudió al Mundial de Italia 1934, aunque en este tan solo jugaría un partido, el de la eliminación. Los italianos vencieron en el choque de octavos por 7-1. Aquel sería el último partido internacional de Thomas Florie.

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