- No fue un pionero de la selección lituana pero bien pudo serlo. Vivió los duros tiempos del cambio soviético y entró a formar parte de ese nuevo país báltico llamado Lituana, a cuya selección representó en 35 ocasiones sin la necesidad de haber pasado por las categorías. Además debutó siendo bastante joven, con apenas veinte años.
Este zaguero desarrolló su carrera deportiva entre su país natal y Ucrania, llegando a vestir las camisetas de tres equipos diferentes: Shakhtar Donetsk, Ekranas e Illichivets. En total fueron 268 partidos y 26 goles anotados en su larga carrera profesional.
Dainius Gleveckas (Дайнюс Глевецкас en cirílico ruso) nació el 5 de marzo de 1977 en Panevėžys (SSR Lituania). Sus primeros pasos los dio en equipos amateurs de su ciudad hasta entrar en la academia deportiva del equipo más importante de Panevėžys, el F.K. Ekranas, donde empezó a tomarse muy en serio el fútbol.
Por entonces el Ekranas no era un equipo tan importante como lo fue en su segunda etapa, tras jugar en Ucrania para el Shakhtar Donetsk. Dainius guarda muy buen recuerdo de su periodo allí, donde aprendió a competir a un alto nivel que hasta entonces desconocía. Si ya era buen futbolista como juvenil, más lo fue durante su etapa en la A-Lyga.
Era una clase de jugador distinto, un defensa central con mucha elegancia y de toque espectacular. Tenía buena salida de balón y no solía recurrir a la dureza para robar balones a los rivales. Podía jugar tanto a un lado como al otro del eje de la zaga.
Durante cinco campañas en el Ekranas supo hacer de sí mismo una figura importante en la liga lituana, de tal manera que en su segundo año como profesional ya fue llamado para debutar con la selección nacional de Lituania.
Muchos clubes de la Europa del Este se fijaron en él, sobre todo porque demostró ser uno de los defensas más poderosos de la liga lituana. Abandonaría el club de su ciudad tras cinco magníficas campañas en las que participó en 79 partidos, y por cierto, demostró ser muy goleador al anotar doce goles pese a jugar abajo.
Fue el Shakhtar Donetsk el equipo que se llevaría al joven central báltico. En esta entidad llegaría a sentirse bastante importante y, como no, muy querido por el respetable del Olimpiyskiy, pues allí pasaría cuatro años de su vida dejando muy buenas sensaciones.
En Donetsk no fue tan goleador, pero aún queda en la memoria de muchos el gol que le hizo al Sparta de Praga en un partido de la fase de grupos en la Liga de Campeones. Dainius dio un salto de vértigo en un saque de esquina para rematar de forma impecable con un cabezazo que ayudaría en la primera victoria del conjunto minero de aquella edición 2000\01 de la cotizada Champions League.
Gleveckas siempre se mostró muy profesional con el Shakhtar, un equipo al que siempre sigue pese a estar ya retirado de la actividad deportiva. En su estancia como jugador del club de Olimpiyskiy dejó más de sesenta apariciones en la que convirtió tres goles, uno de ellos el ya citado frente a la escuadra checa.
Aún no llegaría el momento de retornar a casa y el defensa lituano seguiría en el país vecino jugando para el Illichivets. Sin embargo allí no tendría tanta suerte, ya que las lesiones le acosaron una y otra vez y eso le privó de pasar de la decena de partidos en la liga ucraniana.
Entonces sí, Gleveckas hizo las maletas y regresó a su país para volver a vestir los colores de un Ekranas muy cambiado que había ganado tres títulos de liga en los años anteriores. Con 30 años quiso darle otra oportunidad al fútbol y aguantó hasta cumplir casi los 35. En 2012 decidió colgar las botas.
Dainius Gleveckas durante una de sus apariciones con la selección de Lituania. |
- Quizás si hubiera jugado con otra selección como Rusia o Ucrania hubiera aumentado su fama, pero ya desde joven recibió la invitación de la selección lituana y el zaguero no se lo pensó. A partir de 1997 empezaría a asistir a sus primeros entrenamientos con el equipo nacional absoluto sin llegar a jugar para las divisiones menores.
Hasta 2003 siguió jugando para Lituania, cumpliendo con 35 partidos internacionales en las que nunca pudo registrar un gol. Fueron las malditas lesiones las que le impidieron mantener su papel internacional, pues desde que jugó para el Illichivets no volvió a jugar para el combinado lituano.
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