jueves, 26 de abril de 2018

¿Te acuerdas de Ivan Bek?



- Quiero darme otra vuelta por el Mundial de Uruguay 1930 para toparme con uno de los mejores delanteros del campeonato, cuyas cifras con la selección yugoslava son de siete partidos y cuatro goles, tres de ellos anotados en aquella histórica primera cita mundial entre selecciones.

Ivan Bek (Иван Бек) formó parte de una magnífica escuadra plagada de jugadores de origen serbio entre los que se hallaban Jaksic, Vujadinovic, Mosa MarjanovicTirnanic y Milutinac entre otros. Él era su gran delantero, que junto a los Tirnanic y Marjanovic formaba una línea de ataque tan poderosa que hasta la mismísima Brasil se vio sorprendida.
Quizás sea uno de los primeros yugoslavos en salir fuera de su país para jugar al fútbol, pues tras jugar para BSK Belgrado y Mačva Šabac, desarrolló una amplia trayectoria jugando para diversos clubes franceses.

Es por ello que adoptó la ciudadanía gala y acabó cambiándose el nombre a Yvan Beck, por lo que también  llegaría a jugar para la selección francesa. No obstante, este atacante nació en la preciosa ciudad de Belgrado (Serbia y por entonces Reino de Serbia), el 29 de octubre de 1909.

Su padre era de origen alemán y su madre checoslovaca, de ahí ese apellido tan eslavo de toque tan occidental. En el municipio de Čubura se criaría y daría sus primeras patadas a ese viejo trapo que actuaba como balón.
Pero esa clase de "esféricos" improvisados sirvieron para que "Ivica" (le llamaban sus amigos) desarrollara unas cualidades que le llevarían a ser uno de los mejores futbolistas de la época. Era un delantero bregador, corpulento y bastante alto (1´96), por lo que su simple presencia en el campo ya intimidaba a sus oponentes.

El gol es para lo que había nacido. Tenía un talento especial para plantarse en el área y adentrar balones con suma facilidad, algo que le benefició a la hora de entrar a formar parte del histórico BSK de Belgrado con dieciséis años.

Bek demostró ese talento realizador en el conjunto belgradense. Durante apenas tres años en el club, el de Čubura hizo más goles que partidos, es decir, 51 tantos en 20 partidos. En 1928 ficharía por el FK Mačva Šabac, equipo para el que compitió por última vez en la liga yugoslava, antes de trasladarse al extranjero.
A partir de su marcha, Bek solo volvería a su país para afrontar los compromisos internacionales, como cuando fue requerido para acudir a los preparativos del Mundial de Uruguay, pues por entonces se hallaba en el F.C. Sète.

En su primera temporada llegó a la final de la Copa francesa, en la que el Sète perdió por 0-2 contra Montpellier. Pero no hay mal que por bien no venga, y ya al año siguiente su equipo saldría campeón en una final prorrogada contra el RC Francia. En ese tiempo extra, Ivica decidió la final con dos goles suyos.

Después vino el Mundial, y tras barajar otras ofertas, el triunfador balcánico decidió seguir en la liga francesa, haciendo escala en Suiza jugando para el Urania y aterrizando en Francia para hacer el primer doblete de la historia en la competición francesa.

Tras tres maravillosos años con el club de Louis Michel, el entonces Yvan Beck se incorporaría al Saint-Étienne, con el que haría la friolera cifra de 93 goles en 109 partidos. Después pasaría a jugar en el Nîmes Olympique, en el que estuvo entre 1940 y 1943.
Sus últimos goles los marcó para el AS Aix, donde en 1944 decidió colgar las botas. Fue uno de los mejores arietes en la historia de la liga francesa, que dejó un gran vació en el mundo del fútbol cuando pereció el 2 de junio de 1963, en la misma ciudad de Sète que le vio triunfar.

Ivica Beck hizo tres goles en el Mundial de Uruguay, dos de ellos contra Bolivia (en la imagen).

- Fue el primer gran goleador de la selección yugoslava en un Mundial, el primero de la historia. Él y sus compañeros dejaron marcados a los uruguayos practicando un fútbol de memoria y eficaz. Bek acudió a aquella Copa del Mundo uniéndose a sus compañeros en un tren que viajaba de Belgrado a Marsella, para viajar en segunda clase a bordo de un barco que les llevó a la gloria.

Yugoslavia no ganó aquella semifinal contra la anfitriona Uruguay, aunque muchos aseguran que el arbitraje perjudicó claramente a los balcánicos. Aún así, podréis ver más sobre aquellas anécdotas en dos fantásticos largometrajes: Montevideo, bog te video! y Montevideo vidimo se!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario