¿Te acuerdas de Bent Christensen?

- Vayamos con otro de esos campeones de Europa del 92 que tuvo la mala suerte de lesionarse en plena hazaña nórdica. En España es conocido de su paso por las filas del S.D. Compostela, donde jugó a muy buen nivel durante tres campañas en la Liga Española.
Bent Christensen Arensøe también ha jugado en Alemania, Suiza, Turquía y Grecia. En su país natal jugó para clubes como el Vejle o el Brøndby, siendo este último el que le sirvió de puente para tener sus primeras apariciones internacionales con la selección danesa.

Le apodaban "Turbo" por su vertiginosa velocidad. Éste eficaz delantero nació en la capital danesa de Copenhage el 4 de enero de 1967. Desde niño el fútbol fue su pasión, una pasión que convirtió en profesión y forma de vida con el paso de los años.

Llegó al Brønshøj BK en 1984 para vivir sus primeras experiencias como profesional. Bent se formó como un delantero rápido y goleador, un tipo trabajador que se desmarcaba con acierto para buscar el glorioso camino del gol.
Disciplinado, serio, trabajador y muy cumplidor, este atacante tenía el don de convertir en gol casi todo lo que tocaba. Siempre buscaba asociarse con un compañero de ataque para finalizar jugadas con sus certeros remates, esos que acabarían haciéndole famoso en ligas como la alemana o la española, dos de las más potentes del mundo.

Con el Brønshøj jugó dieciocho partidos e hizo once goles, algo que sorprendería a muchos clubes del extranjero. Con apenas diecisiete años se marcharía a Suiza para confirmar su traspaso al Servette F.C. Allí no tendría la suerte esperada, su adaptación al país helvético le pasaría factura, así como su inexperiencia en el fútbol extranjero.

Entonces llegó al Vejle en 1986, equipo para el que jugaría cedido y con el que recuperaría su instinto goleador. Después de una campaña que calificaría como buena, Christensen ingresaría en las filas del Brøndby IF, donde empezaría a cambiar su vida.
Ganó cinco campeonatos daneses con el conjunto de Copenhage, llegando a figurar como el mejor goleador de la liga danesa en tres ocasiones. Sus 62 goles le llevarían a ser internacional con Dinamarca en 1989, y así formar parte de la llamada "Dinamita Danesa", dirigida por el técnico alemán Sepp Piontek.

Tras su papel con la selección danesa en el europeo de Suecia, y sus grandes actuaciones con el Brøndby, el Schalke 04 no tardaría en llevarse al atacante danés, que debutaría en la Bundesliga y pasaría en Alemania dos temporadas, siempre criticado por la afición Veltins Arena.

Después estaría un año en Grecia jugando para el Olympiacos, de donde pasaría al Compostela en el verano de 1994. Para aquel Compos de Primera era todo un caramelo, ya que contar con un campeón de Europa en sus filas era todo un lujo.
Christensen debutó en "La Liga de las Estrellas" y se adaptó a la perfección. Durante sus tres temporadas en el club gallego consiguió marcar 35 goles en 110 partidos, lo que le abriría las puertas de otros clubes europeos.

Abandonó España con la sensación de estar en un gran momento de forma, algo que no pudo confirmar en su paso por la liga turca jugando para el Genclerbirligi. Su carrera terminaría en modo regresión, pues retornaría al Brøndby, para retirarse en el club donde empezó todo, el Brønshøj. Después ejercería como entrenador, siempre unido a ese deporte que tanto ama, el fútbol.

Christensen (agachado a la derecha) ha participado en 26 partidos y ha marcado ocho goles para Dinamarca.

- Figurando como uno de los mejores delanteros nacionales, Bent Christensen debutaría con la selección de Dinamarca tras jugar para las secciones inferiores entre 1983 y 1987. En un amistoso frente a Malta (1989) el punta danés empezó su repertorio internacional con el equipo absoluto, llegando a marcar seis goles en sus cuatro primeras apariciones.

Bent obtuvo el premio de acudir a la Eurocopa de Suecia 1992, en la que la "Dinamita Danesa" se proclamó campeona. Christensen jugó los dos primeros partidos del torneo sin conseguir anotar. Para más inri, el delantero sufrió una lesión que le obligó a retirarse de aquella hazaña conseguida por Dinamarca. Aunque él no reconozca sus méritos en aquella gesta danesa, fue partícipe de la gloria obtenida, ya que trabajó como todos sin poder disfrutar de la fiesta final.