- Para el jugador número 300 de Fútbol Soviético me he querido reservar a uno de los mejores futbolistas de los años ochenta, Sergei Pavlovich Baltacha (Сергій Павлович Балтача). Siempre se sintió muy ucraniano, pero supo defender con orgullo la bandera soviética mientras compitió.
Y es que de competir se sabe mucho en su familia. Su mujer Olga fue entrenadora de atletismo, su hijo Sergei Jr siguió sus pasos como futbolista y en 2014 perdió a su querida hija Elena, víctima de un cáncer hepático que se la llevó con solamente treinta años de edad.
Compitió para la Unión Soviética, aunque también para Ucrania en en la Spartakiad de los Pueblos de la URSS. Conquistó el oro en el Mundial Sub-20 de Túnez con el equipo soviético y ya con los mayores tuvo un papel destacado en la Copa del Mundo de España 1982.
- Nació el 17 de febrero de 1958 en Mariupol, una ciudad de Ucrania que antaño formaba parte de la URSS, al menos durante gran parte de la carrera de este jugador que ha llegado a destacar en el Dynamo de Kiev y en equipos de Escocia e Inglaterra. En el Reino Unido se estabilizó y pasó gran parte de su vida trabajando como entrenador y viendo como su hijo soñaba con ser como él mismo.
¿Pero quién no ha soñado con ser como Baltacha?. Formó parte de una de las selecciones más competitivas del fútbol mundial. Destacó en un sólido equipo formado por los Anatoli Demyanenko, Oleg Blokhin, Vladimir Bessonov y Rinat Dassayev. Pasó de ser uno de los "niños soviéticos" que triunfaron en el torneo juvenil de Túnez 1977 a liderar la zaga rusa durante una de las ediciones de la Copa del Mundo más añoradas de los últimos años.
Sergei era un jugador técnico, preciso, ágil, bregador y muy inteligente. Sabía tratar el balón pese a jugar como defensa central y tenía muy buena salida del balón. Se mantenía atento en los marcajes, aportaba seguridad y era muy contundente. En mi opinión, fue uno de los mejores defensores de la década de los ochenta, una década en la que nos acostumbramos a ver muy buenos defensores, aunque pocos reunían las características de un completo futbolista defensivo como Sergei Baltacha. Por eso es mi jugador 300 de FS, porque es uno de mis favoritos.
En su Ucrania natal dio los primeros pasos en las filas del F.C. Metalist Járkov. Para este humilde equipo ucraniano compitió en los niveles menores de la competición soviética hasta que ingresó en el poderoso Dynamo de Kiev.
Fue observado de cerca por el técnico Valeriy Lobanovskyi, quien depositó muchas esperanzas en el joven defensor soviético y a quien hizo crecer en la cantera del Dynamo de Kiev hasta 1976, momento en el que estaría preparado para dar el salto al primer equipo.
Desde los trece años había destacado en la academia de fútbol de Kharkiv, y Lobanovskyi había visto en él un central de grandes condiciones que a partir de 1976 empezaría a competir en la máxima categoría soviética.
Con el Dynamo conquistaría varios títulos colectivos, como fue la Recopa de Europa en 1986, la Liga Soviética, la Supercopa y la Copa en cuatro ocasiones. Este zaguero formó parte de todo eso, siendo un pilar fundamental dentro del conjunto de Kiev.
Su recompensa deportiva fue acudir al Mundial de España, en el que tuvo mucho protagonismo bajo las órdenes del seleccionador Kostantin Beskov. Durante doce años siguió formando parte del club de Olimpiyskiy, con el que jugó un total de 245 partidos e hizo seis goles.
Abandonó su querida Kiev para probar suerte en el fútbol extranjero. Aterrizó en Inglaterra para fichar por el Ipswich Town, con el que se convertiría en el primer jugador de origen soviético que concursaría en la Football League. En su debut, Baltacha hizo gol.
Baltacha jugó durante dos temporadas en la escuadra de Suffolk. Además de dejar su sello de profesionalidad y magnífico juego, el ucraniano abandonaría la entidad británica con 28 apariciones y un gol.
Los siguientes años competiría en la Premier escocesa. Jugó para el St. Johnstone, Inverness Caledonian e Inverness Caledonian Thistle F.C., retirándose del fútbol en 1995. Sergei seguiría viviendo en tierras escocesas e inició una carrera como entrenador haciéndose cargo de los clubes para los que había jugado por última vez.
Baltacha tuvo un gran protagonismo en el Mundial de España 82. Es el jugador 300 de FS. |
- En la primera edición de la Copa del Mundo Juvenil de Túnez 77, Baltacha conquistó el oro junto a sus compañeros en una agónica final ante México. En 1979 tuvo dos apariciones con la selección de Ucrania en la Spartakiad de los Pueblos de la URSS, y al año siguiente rechazó ir a los Juegos Olímpicos de Moscú por cuidar del pequeño Sergei, que solamente tenía un año de vida.
Sí acudió a la Copa del Mundo de España 82, en la que tuvo cinco apariciones en los partidos de las dos fases de grupo que hubo en aquella edición. Con 45 internacionalidades y dos tantos, Baltacha cerraría su carrera a nivel de selecciones.
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