- Casi cuatrocientos partidos como jugador del Hajduk Split, una buenísima etapa jugando para el Anderlecht y una extensísima carrera como entrenador, en la que incluso llegó a ofrecer sus servicios de forma gratuita al Charleroi.
Pocos defensas han podido lucir el talento de Luka Peruzovic, un histórico jugador de aquella vieja Yugoslavia que se movía con inteligencia por el campo, se entregaba con bravura y además sabía tocar el balón. Fue un defensa central alto, contundente, pícaro y ordenado, un talento destacado de los años setenta y ochenta.
Con la extinta selección yugoslava llegó a participar en la Copa del Mundo de Alemania 74 y en la Eurocopa de 1976 que se celebró en su país. Peruzovic nació el 26 de febrero de 1952 en la bella ciudad de Split (Croacia), por entonces región dálmata yugoslava.
Interminable es la lista de equipos que ha entrenado este hombre a lo largo de su vida. Al ya mencionado Charleroi, hay que añadirle equipos como el Olimpyque de Marsella, Genk, Hajduk Split, Standard de Lieja y otros tantos.
Encontró acomodo en Bélgica, donde jugó, entrenó y se sintió muy querido. De hecho adquirió la nacionalidad belga. Pero Luka se dio a conocer en su Split natal, ya que allí jugó al fútbol desde niño hasta conseguir entrar en las filas del Hajduk, entidad deportiva que se encargaría de su formación.
A finales de los sesenta debutaría en la añorada liga yugoslava con el conjunto dálmata, ese para el que figura como uno de los mejores jugadores de su historia y con el que marcó una época al lado de hombres como Spiro Cosic, Ivan Gudelj, Ivo Surjak y los hermanos Zoran y Zlatko Vujovic.
En aquel Hajduk plagado de figuras empezaría a destacar desde principios de la década de los lejanos años setenta. Lideró la zaga de la escuadra croata durante diez años, ayudando en la conquista de varios títulos importantes, entre ellos las cuatro ligas yugoslavas.
Tan evidente fue su progreso, que pronto empezaría a jugar para el equipo nacional de Yugoslavia, con el que acudiría al Mundial de Alemania a sus veintidós años. Ya por entonces era considerado como uno de los mejores zagueros balcánicos.
Peruzovic demostró ser todo un profesional en Split, jugando 264 partidos de Liga que se extenderían a casi cuatrocientos entre todas las competiciones. En 1980 abandonaría su Croacia natal para probar suerte en Bélgica, un país donde siempre se sintió muy a gusto.
Con un cartel internacional ya muy trabajado, Luka aterrizó en la liga belga para competir para el mítico Anderlecht, donde rápidamente se ganaría a la afición con su temple, su carácter y esa profesionalidad tan característica de aquella época.
Ganó muchos títulos con la escuadra belga, pero el más importante llegaría en 1983, cuando el conjunto de Constant Vanden Stock se coronó campeón de la Copa de la UEFA. Precisamente su anterior club, el Hajduk, sería eliminado en la semifinal ante su último rival para hacerse con el trofeo, el Tottenham.
En la liga belga compitió durante seis años. Peruzovic se adaptó perfectamente a la competición y ayudo en la conquista de tres títulos de liga, participando activamente y sumando un total de 222 partidos en los que registró cinco goles.
Como no podía ser de otra manera, el mediocampista dálmata regresaría a su querido Hajduk Split para pasar allí sus últimos años como futbolista. Participó en aquella liga casi a punto de extinguirse durante dos años más, ya a medio gas.
Peruzovic diría adiós al fútbol en 1988 jugando 64 partidos más en los que pudo dedicar a su afición el último gol de su carrera. Posteriormente entró a formar parte del cuerpo técnico del Hajduk y continuaría en solitario entrenando a varios clubes del mundo, varios de ellos belgas.
Durante el Mundial de Alemania 74, Luka Peruzovic solamente participó en unos minutos ante Suecia. |
- Como internacional tampoco debemos olvidarnos de su magnífica dedicación. Debutó para la escuadra yugoslava en 1974, justo para ser tenido en cuenta por Miljan Miljanic para participar en la Copa del Mundo de Alemania. No obstante, el seleccionador solamente contaría con Luka para un partido de los seis que jugó el combinado balcánico.
Su experiencia internacional se resume en diecisiete partidos en los que no registró ningún gol. A continuación afrontó su última gran competición con la Eurocopa de Yugoslavia 76, se perdió el Mundial de España y en 1983 se retiró de la selección.
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