- Muchos son los que piensan que éste fue el mejor portero mejicano de la historia, un profesional que sirvió de escuela e inspiración para muchos otros porteros. Jorge Campos fue uno de sus grandes admiradores, quien después ocupó su lugar en la selección mejicana.
Fue el guardián de la azteca en el Mundial de México 86, desarrollando una carrera que se llevó a cabo en su país, defendiendo la portería de equipos como el Cruz Azul, Zacatepec, Puebla y Toros Neza. En el último acabó su trayectoria.
Hay finales de carrera que marcan a jugadores, y ese fue el caso de Larios, quien perdió a su hijo siendo joven y eso le impulsó a consumir cocaína. En consecuencia, un virus le desfiguraría la cara, y más tarde fallecería con 58 años de edad, el 31 de enero de 2019.
Puede que no fuera muy conocido por Europa, pero todos deberían conocer el nombre de Pablo Larios Iwasaki, el llamado "Arquero de la Selva". Nacido el 31 de julio de 1960 en Zacatepec (México), lo de Iwasaki es porque tenía ascendencia japonesa y se crió en su localidad natal, donde empezó a jugar al fútbol.
Su forma de actuar bajo palos era la de un competidor nato, un hombre valiente que se jugaba el pellejo en cada balón que amenazase su área. Sus reflejos y estiradas felinas le hacían brillar como pocos porteros. Era puro espectáculo.
Con el Club Atlético Zacatepec iniciaría su carrera, para el que debutaría el 20 de septiembre de 1980, ingresando en el campo para suplir a Nacho Rodríguez. Entonces ya se pudieron ver sus primeras acciones como guardameta.
Larios tuvo que vivir cuatro temporadas de conocimiento en la institución "cañera", un equipo que estaba acostumbrado a sobrevivir entre la primera y segunda división mexicana. Las grandes tardes que ofreció Pablo por Zacatepec merecieron las primeras citaciones de Bora Milutonovic, quien entonces dirigía al equipo nacional.
En aquellos primeros años de profesión deportiva, Larios disputaría cerca de cien partidos, despidiendo su estancia en su ciudad cuando logró el ascenso a la primera categoría de la Liga Mx. Entonces contaba con buenas ofertas.
Se uniría al Cruz Azul, con el que a mediados de los ochenta ya confirmaría su gran estado de forma antes de asumir el cargo de portero titular en el Mundial que se celebraría en su país en 1986. Entonces enalteció su fama.
En "La Máquina" vivió cinco temporadas de profesionalidad y momentos inolvidables, quedándose a un paso de ser campeón nacional en dos ocasiones (1987 y 1989). Justo tras la última decepción, Larios se marcharía al Puebla, con el que tendría opción a ganar esos títulos que bien merecía.
Fueron los únicos logros deportivos de sus años como futbolista, alzando el título de liga en 1990 y adornando su currículo colectivo con la Copa de Campeones y la Copa México, entre otras memorables hazañas.
Permaneció cinco temporadas en la entidad de La Franja, para la que había actuado en cerca de doscientos partidos. Ya casi a mediados de los noventa, el de Morelos se uniría al Toros Neza, donde también sería indiscutible.
- Con el cuadro de Nezahualcóyotl también se quedaría a nada de conquistar el título de liga en 1997, ya siendo veterano y con la sana intención de volver a su ciudad para jugar en el Club Atlético Zacatepec.
No llegaría a jugar para el equipo "cañero" ni un partido, pues Pablo Larios se retiraría del fútbol con Toros Neza, donde aguantó hasta el cambio de siglo, y es que en 1999 declararía su intención de colgar los guantes.
Su nombre figura entre el de los mejores porteros americanos de la historia, representante internacional por México entre 1983 y 1991, para el que disputó 48 partidos internacionales. Larios sería el portero titular de la selección mejicana en el Mundial de 1986, en el que los aztecas no pasarían de los cuartos de final.
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