- Encontró su momento cuando el seleccionador Jupp Derwall le llamó para jugar con la selección de Alemania. Tuvo unas apariciones espectaculares y estaba previsto que acudiera a la Copa del Mundo de España 82, algo que finalmente no ocurriría. Tampoco acudiría al evento mundial de México 86, algo por lo que Allgöwer asumiría su retiro como jugador internacional. Para el futbolista que fue, escasa es su participación internacional.
Para el VfB Stuttgart lo fue todo, un jugador abanderado por el club que completó casi toda su trayectoria por Neckarstadion, alcanzando unas cifras históricas y un título de liga que jamás pasará al olvido. Allí vivió los mejores años de su vida.
Curiosamente, Franz Beckenbauer fue quien no le llevó a México 86, un jugador de características parecidas, aunque Karl Allgöwer era mucho más goleador. Y es que en sus inicios, éste llegó a jugar como delantero.
Pero al igual que el "Kaiser", Karl también pasó a reconvertirse de centrocampista a defensa central, aunque no fue de forma definitiva, claro. La polivalencia de esta leyenda "roten" le permitió jugar de varias posiciones, aunque fue en la medular donde más juego ofreció, por su técnica, gol e inteligencia.
Aunque dedicó casi todo su tiempo al Stuttgart, Allgöwer se dio a conocer con el Stuttgarter Kickers. El 5 de enero de 1957 nació en la localidad de Geislingen an der Steige (Alemania), y se inició como futbolista por Vohenstrauss.
De forma amateur, Karl empezó jugando para el SV Altenstadt, de donde pasó al Geislingen. Ya a finales de los setenta, se iba a producir esa eclosión con el Stuttgarter Kickers. Compitió en la segunda división alemana, sorprendiendo por su nivel goleador durante las tres campañas que pasó por Gazi-Stadion auf der Waldau.
Debido a su alto rendimiento, varios clubes empezarían a interesarse por el entonces joven delantero. Pero fue el vecino VfB Stuttgart que se llevó a la nueva perla germana, pagando por él 750.000 marcos alemanes.
Allgöwer se preparaba para unos inicios estelares, con Jürgen Sundermann, quien en su plantilla ya contaba con Ronald Hattenberger, Hansi Müller, Walter Kelsch y los hermanos Bernd y Karlheinz Förster.
El joven centrocampista debutaría en la Bundesliga el 20 de agosto de 1980, en una visita al campo del Kaiserslautern, donde se perdió por 1-0. Una jornada después, ya se pudo apreciar la habilidad goleadora de Allgöwer, que anotaría el tercer gol de su equipo para derrotar en casa al F.C. Köln (3-0).
Cerraría su primer año con 10 goles en 32 partidos, pero eso no iba a ser nada comparado con lo que iba a venir en los próximos años ya con Karl más asentado en el equipo y con la llegada del manager Helmut Benthaus.
Además de los citados, el Stuttgart contaría ya con la presencia del zaguero Guido Buchwald, Dan Corneliusson, Hermann Ohlicher y la estrella islandesa Ásgeir Sigurvinsson. Con este equipo llegarían momentos de gloria.
La temporada 1983\84 iba a terminar con un sorprendente Stuttgart que ganaría el campeonato de liga, habiendo hecho Allgöwer 12 goles en 29 partidos. Aquel equipo pudo aspirar a mucho más, e incluso estuvo a punto de llevarse la DFB-Pokal a mediados de los ochenta, cuando en el banquillo de Neckarstadion se hallaba Willi Entenmann, quien había sucedido al austriaco Otto Baric.
Allgöwer solamente disputó diez partidos con la selección nacional alemana. |
- Aún pudo llegar una gesta mayor, ya con Jürgen Klinsmann en la delantera. El equipo de Baden-Württemberg se plantaría en la final de la Copa de la UEFA en 1989, pero el Nápoles de Diego Maradona saldría justo vencedor.
Karl Allgöwer siguió en el Stuttgart hasta finalizar su carrera deportiva, aguantando hasta la llegada de los noventa, momento en el que anunció su jubilación, habiendo hecho en la Bundesliga unos números de 129 goles en 338 partidos.
Muy corta fue su experiencia internacional teniendo en cuenta su desempeño por la liga alemana. Allgöwer solo jugó diez partidos y nunca tuvo la oportunidad de hacer gol para el combinado germano. A punto estuvo de participar en la Copa del Mundo, pero jamás logró intervenir en torneos oficiales.
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