- Era todo un líder de vestuario, un gran campeón, el que animaba todas las fiestas, el que le besaba la cabeza a su buen amigo Fabien Barthez para que la suerte les acompañase en cada partido... Laurent Robert Blanc era el alma de una selección francesa que recuperó su prestigio a finales de los noventa.
Conquistó el Mundial de Francia 98 y la Euro de Bélgica-Holanda 2000, conformándose con ser una de las piezas claves en la zaga gala, ya que el capitán de aquella gloriosa selección era el gran Dedier Deschamps.
Jugó para varios clubes franceses y en un Nápoles en el que no coincidió con Diego Armando Maradona por los pelos. También representó a poderosos clubes como el Inter de Milan, Manchester United o F.C. Barcelona.
- Le llamaban "Le Président" a este hombre que sabía agrupar el vestuario, pues Blanc era un defensa con la cabeza muy bien puesta, un tipo que se las sabía todas y de los que hacía piña dentro y fuera del campo.
Actualmente conocemos su papel como entrenador, aunque todos supimos la clase de zaguero que fue. Era un poderoso defensa central, de aquellos estilistas que conocieron a la perfección las labores del mítico defensa líbero, algo que aprendió desde niño. Tenía grandes virtudes para defender, pues sabía utilizar el cuerpo, anticiparse a su marcaje y dar seguridad a sus compañeros de la línea defensiva.
Nacido el 19 de noviembre de 1965 en Alès (Francia), este muro de 1´92 cm de estatura inició su carrera en la cantera del Montpellier, club con el que daría sus primeros pasos como profesional antes de marcharse a Italia para probar fortuna en un Nápoles muy de moda. Allí, con un Claudio Ranieri muy joven, Laurent debutaría en la Serie A, participando en sus primeros minutos de un choque frente al Atalanta.
Desde el principio se ganaría un puesto en la titularidad, contando con un total de 31 apariciones en las que dejó constancia de su sello goleador pese a ser defensa. Aún así, su estancia en el país de la bota no se prolongaría demasiado, ya que en 1992 retornaría a Francia para fichar por el Nimes, de donde pasaría al modesto Saint Etienne.
Lo realmente curioso es que su fama se engrandeció cuanto más fama tenía, pues a finales de los noventa llegarían sus primeros logros colectivos, ganando la Ligue-1 con el Auxerre y la Copa del Mundo con Francia.
Aquellos éxitos le permitirían jugar para equipos con grandes ambiciones, pues antes de proclamarse campeón con su selección, Blanc tendría la ocasión de jugar para uno de los clubes más poderosos del planeta.
A sus 31 años se uniría al F.C. Barcelona de Bobby Robson, donde coincidiría con otros cracks como Pep Guardiola, Luis Figo, Ronaldo Nazário y Hristo Stoichkov. Junto a ellos, el francés conquistaría Supercopa española, Copa del Rey y la desaparecida Recopa de Europa.
Su estancia en España no se extendería mucho más de un año, pasando a fichar por el Olympique de Marsella, para el que jugaría durante dos temporadas, cuando ya era uno de los más reconocidos defensas del mundo.
Blanc sabría aprovechar aquel gran momento de forma, pues aún contaría con muy buenas propuestas para seguir en activo. De esta manera, el de Alès viajaría de nuevo a Italia, aunque esta vez para unirse al Inter de Milan.
No viviría los mejores tiempos del equipo de Giuseppe Meazza, en el que estaría otras dos temporadas rindiendo como titular sin poder conseguir importantes títulos que añadir a su currículo. Es por ello que su estancia en Milan no se prolongaría más allá de 2002, aunque aún tendría algo más que decir como jugador en activo.
Laurent Blanc fue campeón del mundo y de Europa con Francia. |
- Los últimos años del eterno Laurent Blanc se vivirían en otra de las ligas más importantes del mundo. En 2001 llegaría a Inglaterra para conformar su fichaje por el Manchester United de Alex Ferguson, quien contaría con él.
Durante un par de años competiría por Old Trafford, ayudando a los "Red Devils" a conquistar el título de liga en 2003, ya como colofón a una exitosa carrera y en la que representó a grandes clubes, además de su selección.
Durante once años representó a la selección francesa, aunque fue Deschamps quien cumplió con el rol de capitán. Blanc cumpliría con 97 partidos y 16 tantos como internacional, siendo campeón de la Copa del Mundo en Francia 98 y campeón de Europa en Bélgica-Holanda 2000.
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