- Otra de las últimas perlas yugoslavas, al que he encajado en el equipo serbio, es Mateja Kezman (Mateja Kežman o Матеја Кежман). Siempre admiré a este tipo de futbolistas. Su clase era algo fuera de lo normal, con una técnica increíble y un dominio del balón perfecto.
Era una especie de mezcla entre sobriedad y gol, y de lo último pueden dar fe en la liga holandesa, donde este delantero llegó a batir récords como goleador. Capaz de actuar también como mediapunta, este era un futbolista con una calidad asombrosa.
Jugó en las ligas más destacadas del mundo. Holanda, España, Inglaterra y Francia fueron algunos destinos de lujo para el talento serbio, que a lo largo de su carrera también probó fortuna en ligas como la china, la bielorrusa, la turca o la rusa.
- Como internacional siempre jugaría para la selección serbomontenegrina, aquella que suplió a la antigua Yugoslavia tras su extinción. No obstante, Mateja no cuenta con una experiencia a nivel de selecciones como cabía esperar, pues con el equipo absoluto no llegaría ni a los cincuenta partidos.
Kezman nació en Belgrado (Serbia), el 12 de abril de 1979. Su padre, Zlatko, fue un portero destacado de antaño que apoyó siempre a su hijo para llevarlo a lo más lejos. Tarea conseguida. Éste pasó gran parte de su carrera en el Zemun, club que acogería a su hijo en los inicios de su carrera profesional.
Se profesionalizó a mediados de los noventa con el Radnički Pirot, de donde pasaría al Loznica y posteriormente al Sartid Smederevo. Tras hacer sus primeros goles en los niveles modestos de Serbia, el joven belgradense ficharía por el Partizan, al que se unió a finales de la década. Su formación deportiva se vio interrumpida por los constantes ataques aéreos de la OTAN en Belgrado, pero eso no sería impedimento para que Matejan acabase llegando lejos. En su año y medio jugando para el Partizan, Kezman convirtió 33 tantos en 54 apariciones. Esto llamaría la atención de muchos clubes europeos, siendo el PSV Eindhoven el primero en apostar por la notable clase del serbio.
Aterrizó en Holanda para debutar en la Eredivisie. Durante sus cuatro años jugando para el club de Eindhoven, el joven delantero se cotizaría muy alto al conseguir la friolera de 105 goles en 122 partidos.
Eso le permitiría afianzarse en la selección serbia, mientras en tierras neerlandesas se erigió como uno de los grandes goleadores europeos al llevarse el trofeo de máximo anotador en cuatro ocasiones consecutivas. Con la escuadra holandesa ganó dos Ligas y tres Supercopas.
Con tal rendimiento, el Chelsea iría de cabeza a por el atacante balcánico, que jugaría en la Premier League sumando 25 partidos en los que solamente haría cuatro goles. Aún así, el Atlético de Madrid no dudaría en hacerse con los servicios del serbio, que llegaría a España en el verano de 2005.
En la Liga Española tampoco duraría más de un año, debutando en la misma el 28 de agosto, en un empate a cero frente al Zaragoza en el Calderón. Su primer gol no tardaría en llegar, y lo haría a lo grande, ayudando a los colchoneros en una victoria frente al Barcelona por 2-1. Él anotaría el segundo tanto del Atlético.
Con el equipo de Manzanares jugaría un total de treinta partidos en los que hizo ocho goles. Siempre cuestionado por la afición rojiblanca, Mateja se marchó de España para aterrizar en la liga turca una vez confirmado su fichaje por el Fenerbahçe.
Kezman supo estar a la altura en Turquía, haciendo veinte tantos en 46 partidos que le servirían para llegar a jugar para otro grande, el Paris Saint Germain. En la liga francesa solamente tuvo tiempo a marcar tres goles en su periodo de cesión.
Aún así, el rendimiento del serbio gustó en la capital francesa y el PSG se hizo con su ficha. Sin embargo, al año siguiente bajaría su rendimiento goleador y acabaría marchándose del club francés por la puerta de atrás.
Fue cedido al Zenit San Petersburgo para acabar la temporada 2009\10, pero al final del mismo aceptaría una suculenta oferta desde China que le colocaría en el South China. Ahí fue cuando se inició su etapa exótica.
Así se fue apagando la carrera de uno de los jugadores balcánicos más valiosos de los últimos años. De China viajó a Bielorrusia para jugar en la Vysheyshaya League con el Bate Borisov. Después volvió a China para colgar las botas en 2012.
En un partido ante China, Mateja Kezman debutó con el equipo nacional y marcó un gol. |
- Ya fue considerado como una futura estrella en sus inicios internacionales con la selección de Serbia & Montenegro. Mateja Kezman no tardaría en debutar con el equipo absoluto, y además lo haría haciendo gol. El 25 de mayo de 2000, el joven balcánico se estrenó jugando un amistoso ante la selección china.
A partir de entonces seguiría sumando partidos, así hasta completar 49 apariciones en las que hizo 17 tantos. Acudió a la Eurocopa de Bélgica-Holanda 2000 y también al Mundial de Alemania 2006. Una absurda expulsión ante la selección de Argentina le haría caerse de las futuras convocatorias y, de forma extraña, el serbio no volvería a jugar para Serbia una vez independizada.
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