- Amokachi, Kanu, Yekini, Okocha, Finidi, Ikpeba, Rufai... ¿A que muchos recordáis estos nombres?. Muchos aterrizaron en ligas importantes, pero se dieron a conocer como la generación más fulgurante de jugadores nigerianos, aquellos apodados "Águilas Verdes" que tanto se popularizaron en los Mundiales de los años noventa. Emmanuel Amunike formó parte de aquella brillante escuadra africana, cuyo nombre ha sufrido varias modificaciones a lo largo de su carrera: Amuneke, Amounike, Amonike...
Pero él se llama Amunike, y fue uno de los nigerianos que tuvo la suerte de jugar en uno de los clubes más potentes del mundo, el F.C. Barcelona. Allí no tuvo suerte, pero se hartó a ganar títulos en la era "post-Cruyff". Con él coincidieron muchos compatriotas en la Liga Española, jugadores como los citados Finidi George, Kanu, Ikpeba, Rufai, Yekini,... Así como los Mutiu Adepoju y Wilfred, entre otros.
- Las selecciones de Camerún y Nigeria se disputaban el honor de ser las escuadras más potentes del continente africano, aunque también estaba Marruecos por medio y alguna que otra sorpresa que se coló en los Mundiales de fútbol. Amunike lideraba el ataque de aquella sorprendente selección verde, en la que hacía muy buena pareja con el delantero Daniel Amokachi.
Emmanuel nació el 25 de diciembre de 1970 en Eziobodo (Nigeria). Ya desde joven se perfiló como una gran promesa del fútbol africano, pasando de jugar en equipos como el Concordia y Julius Berger F.C. a empezar a probar suerte en otras ligas africanas, como en la de Egipto.
Amunike se destapó como un eléctrico extremo izquierdo que volaba por su banda en busca del gol. De físico fuerte y con gran velocidad, al también llamado "Giggs africano" le gustaba colarse en el área rival para mostrar su talento goleador o surtir de balones a sus compañeros. A veces su excesiva velocidad le hacía perder demasiados balones. Como dice el anuncio televisivo: "Sin control no hay precisión". Pero si hay una característica destacada en este jugador, esa era la de su forma de realizar los saques de banda, los cuales sirvieron de inspiración para elaborar anuncios de vehículos. Amunike fue un jugador sin igual que no tuvo suerte en España.
Pues eso, Amunike pasó por Egipto para jugar en el famoso Zamalek, o al menos famoso en el continente africano. Allí estuvo tres temporadas, en las que ya se ganaría una gran fama por sus apariciones internacionales.
Emmanuel cuajó una gran actuación en la cita mundialista de los Estados Unidos en 1994, lo que serviría como escaparate para que muchos clubes europeos se fijasen en él. Abandonó entonces Meet Okba dejando 26 goles de recuerdo para aterrizar en Portugal y así firmar contrato con el Sporting de Portugal.
En la liga lusa jugó durante dos campañas contribuyendo con un gran papel. En Portugal también jugaron sus hermanos menores Kingsley y Kevin, pero en solo dos años, el mayor de los Amunike supo dejar huella como miembro del Sporting.
En Barcelona perdieron al gran autor del mejor fútbol visto en años, el holandés Johan Cruyff. El británico Bobby Robson contaría con el nigeriano para hacer un equipo capaz de seguir la estela de un Barça apodado "Dream Team", y al extremo africano le tocaría compartir vestuario con grandes como Hristo Stoichkov, Ronaldo, Guardiola, Figo y Luis Enrique, entre otros.
Amunike llegó a la Ciudad Condal para cumplir con el rol de suplente, aunque en su primera campaña pudo participar en diecinueve partidos de liga, produciéndose su debut el 22 de diciembre de 1996 en una pírrica victoria contra el Celta de Vigo (1-0).
Hizo un tanto durante aquel curso 1996\97 en el que el Barça se alzó con la Copa, la Recopa y la Supercopa, títulos a los que siguieron dos Ligas, la Supercopa de Europa y otra Copa del Rey, en la que Amunike lució su ya clásico cántico de "Campiololes".
Con la era Van Gaal acabaría su historia como blaugrana, perseguido por las lesiones y con poco más que añadir en apenas tres años de gloria con sabor agridulce en España. Posteriormente se marcharía al Albacete.
Con el equipo manchego competiría en la Segunda División, aún lastrado por las lesiones y sin poder anotar un sólo gol. Abandonó España para probar suerte en Corea del Sur, y allí encontró acomodo en el Busan I'Cons.
Después de un insípido año en Corea, Emmanuel acabaría jugando en la liga jordana con el Al-Wehdat, equipo con el que se jubilaría en 2004 para ejercer una nueva carrera como entrenador, llegando a dirigir también al equipo Sub-17 de Nigeria.
La mayor fama de Amunike llegó en el Mundial de los Estados Unidos 94, en el que hizo dos tantos. |
- Sin duda, su mejor fama la alcanzó como jugador internacional, formando parte de aquellas "Águilas Verdes" con las que sorprendió en el Mundial de USA 94. Emmanuel Amunike hizo goles ante las selecciones de Bulgaria e Italia, aunque ante estos últimos se acabaría el sueño mundialista en los octavos de final.
Con el equipo nigeriano tuvo 27 apariciones en las que anotó nueve tantos, produciéndose su debut en 1993 y concluyendo su internacionalidad en 2001. También formó parte del equipo olímpico de las Olimpiadas de Atlanta 1996.
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