jueves, 3 de mayo de 2018

¿Te acuerdas de Harry Keough?



- Él era "la realeza del fútbol", un apasionado del deporte que hasta que no nos abandonó para siempre no paró de respirar el ambiente competitivo, lo que más le gustaba en esta vida. Pasó de distribuir cartas a distribuir juego, de vivir como un simple muchacho de los años cuarenta a escribir históricas páginas para el fútbol norteamericano, ya que fue uno de los integrantes que sorprendieron en el Mundial de Brasil 1950.

Harry Joseph Keough nació el 15 de noviembre de 1927 en el estado de Missouri, en Saint Louis (EE.UU.). Pronto asistió a Cleveland High School, y entonces empezó a practicar varios deportes como el atletismo, la natación y el softball de lanzamiento rápido. Creció cerca de Carondelet Park en el lado sur de la ciudad y aprendió mucho de su hermano mayor, Billy.

El fútbol fue lo que acabó ocupando gran parte de su vida. En Saint Louis creció jugando al fútbol junto a otros muchachos de raza italiana, algunos de ellos futuros compañeros en la selección estadounidense.
Se incorporó a los St. Louis Schumachers en 1945 y conquistó la Copa Nacional Junior Challenge un año después. Inmediatamente después se unió a la Marina de los Estados Unidos y fue asignado a una base naval en San Francisco, California. Allí jugó para los San Francisco Barbarians antes de retornar a su querida Saint Louis, donde seguiría jugando al fútbol.

Keough se empleó como cartero mientras jugaba para el Paul Schulte Motors. Siempre se mostró como un tipo solidario, un gran compañero de vestuario disciplinado y muy competitivo sobre el terreno de juego. Así se ganaría el derecho a representar al equipo nacional norteamericano en el cuarto Mundial de la historia.

Pero antes de acudir a la gran cita internacional, Harry jugó para el Saint Louis Mc Mahon, donde ya empezaría a prepararse en serio para competir en la división inferior de la Liga Municipal de Saint Louis.
Siempre será recordado como uno de los cinco jugadores de St. Louis que viajaron a Brasil para hacer historia. Partió junto a otros chicos del barrio de The Hill como el meta Frank Borghi, Pee Wee Wallace, Charlie Columbo y Gino Pariani, a los que le unía una gran amistad dentro y fuera de los campos de juego.

El zaguero retornó glorioso del Mundial pese a que la selección de USA no había llegado muy lejos. Solo el hecho de vencer a la poderosa Inglaterra por 1-0 ya fue digno de alabanza. Keough se reincorporó a su equipo, que de llamarse Mc Mahon pasaría a ser los Raiders y posteriormente St. Louis Kutis.

Completó una exitosa carrera deportiva en la que como jugador conquistó ocho títulos nacionales para después triunfar como entrenador. Condujo a la Universidad de St. Louis a cinco campeonatos de la NCAA realizando una fantástica labor.

Muchos se rindieron a su forma de competir. Dijo Dan Flynn, secretario general de US Soccer, que "Dio un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas, cómo jugar y cómo enseñar fuera del campo... Lo que realmente recuerdo es su disposición a ayudar a otros jugadores, a otros entrenadores. Él era un verdadero caballero"
Keough nunca dejó el deporte. Trabajó como árbitro y como entrenador asistente para el equipo de mujeres de la Universidad de Washington a sus 70 años. Le encantaba competir y ganó innumerables medallas de oro en natación y atletismo, medallas que le dio a sus nietos. Ese fue su gran legado.

Harry Keough falleció el 7 de febrero de 2012 a los 84 años por causas naturales después de padecer Alzheimer. Siempre será recordado como aquella realeza del Deporte Rey, como ese cartero que maravilló a todos los norteamericanos por su vibrante forma de jugar al fútbol.

Harry Keough y Frank Borghi protegen la portería en un partido internacional de la selección de USA.

- En 1949, Keough fue llamado para participar en el Campeonato de NAFC, celebrado en México. Harry jugó el primer partido frente a Cuba el 14 de septiembre de 1949 y Estados Unidos se ganó el derecho a participar en el Mundial de Brasil, al que nuestro protagonista acudió acompañado de otros futbolistas seleccionados por Bill Jeffrey.

Pese a caer eliminados en la fase de grupos, los americanos regresaron entusiasmados por haber hecho un gran papel en el torneo. Keaough jugó un total de diecinueve partidos con USA, en los que hizo un gol. También participó con el equipo nacional en los Juegos Olímpicos de 1952 y 1956.

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