martes, 1 de mayo de 2018

De cerca: Petar Grbic.



- Hay jugadores que están destinados a trabajar para construir fútbol, y ese es el caso de Petar Grbic, un hombre que actúa de volante o por cualquiera de los flancos como mediocampista ofensivo. Nació en Titograd (Montenegro), el 7 de agosto de 1988 y ya ha jugador en las ligas de Turquía y Grecia, además de la Superliga serbia.
De él depende el juego de todo un equipo. Grbic es un cenrocampista, siempre de perfil ofensivo, que genera jugadas gracias a su constancia y un sencillo manejo del esférico. En los inicios de su carrera demostró que era un gran goleador, aunque su fuerte es crear fútbol con su evidente visión de juego.

Esos inicios fueron en el Mladost de Podgorica, equipo con el que firmaría su primer contrato profesional en 2007. Destacó en las filas inferiores de este importante club montenegrino y se convirtió en toda una promesa del fútbol estatal que en su primer año jugó doce partidos y anotó su primer tanto.

En poco tiempo ganaría una buena fama que serviría para tener sus primeras experiencias como jugador internacional, despuntando principalmente en la sección Sub-21. Gran culpa de ello la tuvo el Mogren Budva, club montenegrino al que llegó en 2008 para ser una de sus importantes estrellas.
Con la escuadra de Budva participó en 76 encuentros y demostró su faceta más goleadora al convertir doce dianas en las tres temporadas que defendió los colores amarillos. Así funcionó Grbic en sus primeros años, antes de poner rumbo a Grecia para fichar por el Olympiacos en 2011.

En tierras helenas solamente pasaría un año pese a firmar un contrato de tres años con la entidad de El Pireo. Sin opciones con el Olympiakos, Petar se marchó cedido al Levadiakos, con el que apenas tendría protagonismo. Su siguiente cesión fue al Hapoel Be'er Sheva israelita, aunque tampoco tendría mucha suerte con este conjunto.

En 2012 aterrizaría en la Superliga serbia. Aún en propiedad del Olympiacos, Grbic jugó prestado en el OFK Beograd y el Partizan. El mediocampista volvió a sentirse futbolista en Serbia, y tras un gran año con el OFK belgradense, el Partizan decidió hacerse con los servicios del montenegrino, que así rompería su relación con el fútbol griego para centrarse en la prosperidad de su carrera.
Durante sus dos temporadas como miembro del Partizan enseñó su mejor cara. Petar Grbic lideró la zona de medios del cuadro blanquinegro jugando un total de 38 partidos en los que sumó dos tantos. Sus logros fueron vistos en los diferentes clubes extranjeros que trataron de ficharle, aunque finalmente acabaría por probar suerte en la liga turca.

Al Akhisar Belediyespor llegó en 2016, Otra vez se le negaría la oportunidad de triunfar fuera de los Balcanes, ya que el montengrino tuvo escasas apariciones con su nuevo club. En los siguientes meses se le cedió al Adana Demirspor, también de la Superliga turca.

A partir de 2011, Petar Grbic contó con siete oportunidades para defender los colores de la "Crna Gora".

- Su suerte internacional tuvo mucho que ver con sus inicios en Montenegro. Su mala racha en tierras extranjeras le arrebatarían el cartel internacional después de habérselo ganado desde las categorías inferiores, y es que Petar jugó para la Sub-21 montenegrina poco antes de estrenarse con el equipo absoluto en 2011.

En total ha disputado siete partidos con el combinado "Crna Gora", en los que nunca anotó goles. Considerado en su momento como una de las esperanzas montenegrinas, Petar Grbic no volvió a contar con más oportunidades pese a destacar a su paso por el fútbol serbio.

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