viernes, 23 de septiembre de 2022

¿Te acuerdas de Luis Flores?



- Sensacional fue su llegada a España, donde empezó jugando para un Sporting de Gijón al que dedicó una docena de goles antes de regresar al UNAM Pumas. Pero aún tendría otra oportunidad por la Liga Española, aunque no le iría tan bien en el Valencia. Su carrera terminaría en el Chivas de Guadalajara.
Dejó su huella goleadora en el Mundial de México 86, en el que formó ataque con el gran Hugo Sánchez. En 1993, México se quedaría a un paso de ganara la Copa América, pero una Argentina sin Diego Maradona se impondría en la final.

Luis Enrique Flores Ocaranza nació el 18 de julio de 1961 en Ciudad de México (México). Junto al ya mencionado Hugo Sánchez y Luis García, figura como uno de los grandes goleadores de su selección. Todos jugaron en España.

Pero antes de aterrizar en la Madre Patria, "Lucho Flores" se dio a conocer con el UNAM Pumas, club para el que debutó a finales de los setenta y al que dedicó los primeros goles de su carrera en la liga mexicana.
Ya pronto se destaparía como uno de los mejores artilleros nacionales, con sus 61 dianas con los Pumas. Flores no solo era un jugador con hambre de gol, pues también cubría otras necesidades sobre el césped. Aportaba mucha ayuda a la línea de medios, buscando otras opciones para triunfar en sus llegadas al área rival.

Tras su participación en México 86, el Sporting de Gijón no esperaría más para hacerse con sus servicios. José Manuel Díaz Novoa contaría entonces con dos mexicanos en el equipo: Manuel Negrete y el recién incorporado Flores.

Flores debutaría en la Liga Española el 30 de agosto de 1986, en una complicada visita del Athletic al estadio El Molinón. Los asturianos se impondrían cómodamente en casa (2-0), y aunque aún no se verían los goles de su estrella mexicana, se intuiría un buen juego que iba a venirles de perlas.
Esperó a la tercera jornada para hacer un gol muy especial, esta vez, ante la visita del Real Madrid. Un tempranero gol en el primer minuto de partido dejaría un punto en casa ante el equipo de Leo Beenhakker (2-2).

Aquel sería un buen tanto para ir abriendo boca, pues el punta americano registraría un doblete ante Las Palmas y Cádiz, cerrando su sensacional campaña con el Sporting de forma espectacular, con 12 dianas en 31 partidos.

El delantero acabaría así su primera etapa por España, aunque no tardaría mucho en volver. Volvería a jugar para UNAM durante una campaña en la que haría 24 dianas en 38 partidos, aunque ya no caerían los títulos como antes.
En el verano de 1988, Flores regresaría al fútbol español, esta vez para representar a un Valencia entrenado por Víctor Espárrago, quien contaba con un buen equipo en el que se hallaban los Paco Camarasa, Eloy, Bossio, Fernando, Giner y el arquero José Manuel Otxotorena.

Aunque partiría como uno de los preferidos del entrenador, Lucho no tendría tanta suerte de cara a la portería como con el Sporting. Por Mestalla solamente dejaría tres dianas, terminando el curso 88\89 para luego volver a su país, donde esta vez iba a jugar para el Cruz Azul.

En el Mundial de México 86, Flores dejaría un tanto, frente a la selección de Paraguay.


- Pese a que no le fue bien por Valencia, el ariete demostraría que aún tenía el gol en mente, y con el conjunto del mítico estadio Azteca dejaría 20 goles en 50 partidos, antes de comprometerse con el Atlas en 1991.
Flores aguantaría unos años más en activo, marchándose del club de Jalisco para unirse al Chivas Guadalajara, con el que ya se retiraría a mediados de los noventa. Después, Lucho Flores se prepararía como entrenador.

Flores estuvo a punto de coronarse campeón de América en Ecuador 93, pero Argentina saldría campeona en la final del torneo. También tuvo su participación en el Mundial que se organizó en 1986 en su país, en el que llegó a marcar. Es uno de los mejores goleadores mexicanos, con 29 goles en 62 partidos.

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