¿Te acuerdas de Vladan Lukic?

- La historia de Vladan Lukic (Владан Лукић) es una de las más rocambolescas del fútbol yugoslavo. Me refiero a un jugador que pudo tenerlo todo teniendo en cuenta sus inicios y que acabó cambiando las botas por las armas de fuego, para después regresar al fútbol como máximo mandatario de dos clubes serbios.
Pasó por España con más pena que gloria jugando para Atlético de Madrid y Marbella, después de formar parte de la historia del Estrella Roja que conquistó la Copa de Europa, conocida hoy en día como la Champions League. Fue sin duda un gran jugador, aunque tampoco estuvo de su lado la fortuna.

Lukic era un gran delantero. Entre sus virtudes más destacadas estaba la de desmarcarse velozmente para encarar la portería con suma facilidad. Como buen futbolista balcánico, era muy técnico y tenía cierta elegancia manejando el balón, aunque su calidad pasó desapercibida por otras ligas extranjeras pese a los buenos informes detallados en sus inicios.

Vladan Lukic con el Estrella Roja.

- Vladan nació en el barrio belgradense de Sopot, el 16 de febrero de 1970. Comenzó jugando para modestos equipos de Belgrado hasta entrar al fin en las secciones inferiores del Estrella Roja a mediados de los ochenta. Se formó en la cantera del Estrella Roja, equipo al que pertenecía cuando se proclamó campeón de la Copa de Europa en 1991.
Lukić entró en el primer equipo y de inmediato mostró sus habilidades anotadoras. También tuvo un buen comienzo con el equipo nacional de Yugoslavia, pero su suerte se le volvió en contra en el año 1991 en un partido contra Austria, cuando se rompió la pierna en un choque con su compañero de equipo Siniša Mihajlovic. Después de ocho años en la entidad de Maksimir, Lukic cambiaría los colores rojiblancos del equipo de su vida por los idénticos colores del Atlético de Madrid. Aterrizó en España en 1993 contratado por el presidente colchonero Jesús Gil y Gil. Incluso el mismísimo Robert Prosinecki avaló el fichaje del joven delantero, con quien siempre compartió amistad, además del mismo vestuario en el Red Star.

Su paso por la Liga Española fue un mero trámite, puesto que jamás alcanzó el éxito esperado con el Atlético de Madrid. Debutó en la primera jornada de la Liga 93\94 saliendo de titular ante el Cádiz, aunque no hubo mucho que destacar, salvo la victoria colchonera por 2-0 en el Vicente Calderón.
Durante su corta estancia en el club de Manzanares solamente hizo dos goles, uno frente al Sporting de Gijón y el último contra el Celta de Vigo. Después apenas tuvo apariciones con el Atlético y acabó retornando a su país natal para jugar en la Vojvodina y en el OFK de Belgrado.

Volvió a España, pero esta vez para jugar en el Atlético Marbella, que por entonces se hallaba en la categoría de plata. En sus diecinueve apariciones hizo diez goles, pero eso no le sirvió para volver a jugar en Primera, así que Lukic acabaría haciendo las maletas para reincorporarse al OFK.

Tras una temporada en la liga serbia, Vladan probó suerte en el fútbol francés jugando para el F.C. Sion y F.C. Metz. En éste último estuvo dos temporadas y lo abandonó en señal de protesta por el bombardeo de la OTAN contra Yugoslavia.
El 30 de marzo de 1999 decidió alistarse en el ejército serbio para afrontar el conflicto de Kosovo, pero poco después decidió regresar al fútbol para jugar en el Paniliakos griego, con el que finalmente acabó su carrera deportiva a inicios del nuevo siglo.

Todavía con 30 años, volvió a su ciudad natal, abrió un restaurante familiar y se hizo cargo de la presidencia del F.K. Sopot. En 2009 asumió el cargo de presidente del Estrella Roja, el cual abandonó el 13 de noviembre de 2012.

Lukic durante su etapa como jugador del Atlético de Madrid.

- Así de ajetreada ha sido la carrera deportiva de un jugador que pudo llegar muy lejos. Formó parte de aquella generación de talentos comandada por Prosinecki, Savicevic, Jugovic o Mihajlovic, entre otros. Y como no, también tuvo su particular experiencia con la selección nacional de Yugoslavia.

En 1991 tuvo sus primeras apariciones. Entonces la mala suerte le privó de seguir jugando con Yugoslavia, y posteriormente lo hizo la guerra. Después de cuatro apariciones con Yugoslavia tuvo la oportunidad de jugar con la sucesora, la selección de Serbia & Montenegro. Con ésta tuvo otras dos oportunidades de jugar internacionalmente.