sábado, 5 de mayo de 2018

De cerca: Tornike Okriashvili.



- Seguro que Vicente del Bosque aún no se olvidó de este centrocampista. Tornike Okriashvili (თორნიკე ოქრიაშვილი) fue héroe por una noche cuando enmudeció el Coliseum Alfonso Pérez anotando el único gol del partido que le dio la victoria a la selección georgiana frente a la campeona del mundo en su propio feudo.
Este chaval es uno de los jugadores más destacados del combinado georgiano, una de las piezas fundamentales que lleva jugando para el equipo nacional desde 2010 tras jugar en las secciones menores Sub-19 y Sub-21.

Nació en Rustavi (Georgia), el 12 de febrero de 1992, y en su ciudad natal empezó a jugar al fútbol. A partir de entonces ha jugado en distintos países y varios equipos como el Shakhtar Donetsk, Genk, Eskisehirspor y Krasnodar, entre otros.

A mi es un jugador que físicamente me recuerda a Isco, ya que en lo que a calidad se refiere no podemos comparar. Ambos juegan en posiciones parecidas. Tornike es un centrocampista ofensivo que bien puede actuar como volante así como más retrasado. En banda también destaca, sobre todo por la izquierda en la posición de extremo.
Sabe pegarle al balón, es un atacante de segunda línea que se emplea a fondo para realizar buenos pases y buscar el camino del gol. Es muy ágil con el balón y tiene visión de juego, además de ser un gladiador en el centro del campo.

En el Olimpi Rustavi jugó hasta 2008, momento en el que pasaría a formar parte del F.C. Gagra, con el concluiría su etapa formativa. El Gagra sería su mejor puente hacia la profesionalidad, ya que en apenas un año lograría estrenarse en la Umaglesi Liga para jugar más de una veintena de partidos en los que haría su primer gol.

Okriashvili viajaría a Ucrania en 2010 para ingresar en las filas del Shakhtar Donetsk. Descartado desde el principio por el primer equipo, el talento georgiano pasaría a formar parte del equipo filial, con el que disputaría trece partidos y haría tres tantos.
Sus números con el Shakhtar B no fueron nada malos, pero insuficientes para subir al primer equipo de manera oficial. Pese a las altas expectativas puestas en el jugador, la entidad ucraniana decidiría ponerlo a disposición de otros clubes a modo de préstamo.

Estuvo dos temporadas jugando cedido en el Illichivets Mariupol, con el que hizo cuatro goles en más de cincuenta partidos. Posteriormente jugó en el Chornomorets, donde finalizó su periodo de cesión para regresar a Donetsk y así desvincularse del club de Járkov.

Llegaría el momento de dar un salto importante en su carrera a medida que iba ganándose una buena fama internacional con el equipo nacional de Georgia. Okriashvili se marchó a Bélgica y fichó por el KRC Genk en el mercado de fichajes invernal del curso 2014\15.
Durante una temporada y media supo estar a la altura de la Jupiler League. Además de mostrar grandes cualidades, Tornike participó en 34 partidos ligueros e hizo dos tantos, aunque no llegaría a acabar el siguiente ejercicio en la escuadra de Limburgo.

Jugó cedido en el Eskişehirspor, en la liga turca, y posteriormente se marchó del Genk para aterrizar en Rusia y firmar por el Krasnodar. Aún demasiado joven, nadie podría descartar que Okriashvili acabase jugando en una de las ligas más potentes de Europa.

Okriashvili marcó un inolvidable tanto ante España que le concedió la victoria a la selección de Georgia.

- En España nos acordamos de él por su gol en Getafe, el que sirvió para que Georgia venciese a la selección española por 0-1 durante un amistoso. Okriashvili fue héroe nacional aquella noche en la que su país se rindió ante su participación, y eso que no hace mucho había estado jugando para el equipo Sub-21.

Debutó con el combinado georgiano el 17 de noviembre de 2010, en un partido amistoso en el que su equipo salió vencedor por 1-2 ante Eslovenia. Desde entonces ya ha participado en 37 partidos y ha marcado nueve goles, sin olvidarnos de aquel tanto que le amargó la cena a toda una campeona del mundo como España.

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