lunes, 7 de mayo de 2018

De cerca: Alban Pnishi.



- A mi me encanta esa clase de jugador que juega perfectamente tanto de centrocampista como de defensa central, al más puro estilo de Franz Beckenbauer, un jugador que marcó una época con la selección alemana y que siempre figurará como uno de los futbolistas más legendarios en la historia del deporte rey.
Pues bien, Alban Pnishi es lo más parecido al crack alemán, pero en versión kosovar y con menos reputación, por supuesto. Aún así, pocos futbolistas pueden presumir de moverse tan bien en dos posiciones. Es algo que a día de hoy no abunda.

Alban es uno de esos llamados "niños de la guerra" que por circunstancias bélicas tuvo que nacer fuera del país de sus ancestros. Lo hizo en la ciudad más poblada de Suiza, en Zurich, el 20 de octubre de 1990. Allí pudo llevar una vida tranquila apartado de los constantes bombardeos que destrozaron la patria yugoslava.

Lo que si ha podido cumplir nuestro protagonista es la misión de representar a Kosovo como jugador internacional, con la que ya ha participado en varios compromisos competitivos. A nivel de clubes ha jugado para Wohlen y Grasshopper, en éste último desde sus secciones menores.

Como ya he dicho, Pnishi es un jugador de carácter defensivo. Puede actuar como centrocampista por delante de la defensa y organizando el juego, aunque a veces peca de retaguardista. Aún así, Alban se convierte en un elegante mediocampista que suele recuperar muchos balones sin la necesidad de emplear la fuerza.
Como central es un jugador limpio pero contundente. Sus marcajes son férreos y constantes, convirtiéndose en una lapa para cualquier delantero. Su estatura de casi metro noventa ayuda mucho a imponer como defensa, posición en la que normalmente juega.

Mientras su país era escena de una película bélica, el jovencísimo Alban estudiaba y vivía en el precioso país transalpino que le concedió la opción de convertirse en futbolista. Todo fue gracias a su gusto por el fútbol y a esa oportunidad de ingresar en las filas del Grasshopper, donde empezaría a jugar de forma casi profesional.

Pnishi no llegaría a ser profesional con la entidad de Zurich, si no con el Wohlen, club al que llegó en 2009 para debutar en la élite del fútbol helvético. Armado de paciencia, el joven talento kosovar aguardaría la oportunidad de hacerse con la titularidad, algo que conseguiría a partir del curso 2013\14.
En sus primeras temporadas salía del banquillo ganándose la confianza del entrenador con empuje y decisión. Al final se salió con la suya y cumplió un total de seis temporadas con la escuadra de Argovia.

Habiendo participado en 159 partidos de liga en los que convirtió dos goles como miembro del Wohlen, el Grasshopper quiso recuperar al que antaño fuera su alumno más aventajado. En 2015 Alban se unió al club que deportivamente le vio nacer y con el que poco a poco sigue quemando etapas.

Lance de un partido internacional entre Finlandia y Kosovo en el que Pnishi trata de frenar a un rival. 

- Sus inicios de vuelta en el Grasshopper coincidieron con la primera experiencia internacional del jugador, que a partir de 2015 empezaría a jugar para el equipo nacional de Kosovo tras recibir la llamada de Albert Bunjaki.

A partir de entonces, Alban Pnishi siguió jugando partidos con el combinado balcánico. Se le vio en sus primeras citas frente a Turquía y Finlandia, en las que el jugador nunca desafinó. Actualmente sigue entrando en las convocatorias y ya casi llega a la decena de participaciones habiendo jugado partidos como titular en la zaga.

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