- Pasamos de hablar de Harry Kane, formidable delantero que pudo jugar para la república irlandesa, a tratar sobre otro gran atacante que sí llegó a representar a la selección de Éire. Es más, Niall John Quinn es uno de los mejores goleadores que ha visto su país, participante de los Mundiales de Italia 90 y Corea-Japón 2002, así como de la Eurocopa de Alemania 88.
Aprendió su oficio en el Arsenal y se convirtió en futbolista con el Manchester City, pero solo el Sunderland se metió bajo su piel. Así mismo se describe Quinn en su autobiografía, firmando su amor por el club de Tyne y Wear.
Siempre fue un apasionado del deporte, un enfervorizado hincha del fútbol que en sus inicios practicó fútbol gaélico con el Robert Emmets en Perrystown. Niall nació en la mismísima Dublin (República de Irlanda), el 6 de octubre de 1966.
Pese a que el fútbol gaélico era una de sus aficiones, finalmente fue el fútbol lo que ocupó toda su vida, su forma de vida. Acabó convirtiéndose en un delantero centro de gran ímpetu, letal y con mucho gol. A lo largo de su carrera ha transformado 141 dianas en 475 partidos, sin contar sus registros internacionales.
Tras decantarse por el balompié, ingresó en la disciplina del Manortown United, de donde directamente pasaría al Arsenal a comienzos de los ochenta. En Highbury recibiría formación para en poco tiempo debutar como profesional.
Recibió una propuesta para fichar por el Fulham, pero el jugador no superaría las pruebas, por lo que continuaría en la cantera de los "Gunners" progresando en la posición de mediocentro, pasando posteriormente a ocupar puestos en la delantera.
Hizo 18 tantos en 18 partidos con el equipo reserva, lo que mereció una oportunidad para jugar en el primer equipo del Arsenal, para el que ya debutaría en 1985. Se estrenó como goleador ante el Liverpool, algo que le haría ganarse el derecho de seguir con el primer equipo, completando su primera campaña con 11 apariciones.
En poco tiempo ya era profesional, representaba a la selección irlandesa y se ganó una gran fama como una de las mayores apuestas del fútbol británico. En el Arsenal permanecería hasta 1990, sumando 14 goles en algo más de 60 partidos, lo que despertaría la atención de otros clubes de la liga inglesa.
Howard Kendall tentaría al delantero para que éste fichase por el Manchester City, quien a partir de marzo de 1990 vestiría de celeste. Debutó con gol en el Maine Road, enfrentamiento que finalizó con empate a uno.
Cerró su primera campaña con 22 goles, estableciéndose como uno de los mejores realizadores del momento. Solo una lesión podría frenar la proyección del irlandés, pues una lesión del ligamento cruzado le apartaría un tiempo de los terrenos de juego. Aún así, en los seis años que estuvo vinculado al City marcó 78 goles en 245 apariciones.
Su siguiente destino sería el Sunderland, el equipo del que se enamoraría y con el que viviría un amargo descenso a la segunda inglesa. También hubo ascensos, momentos de tristeza y gloria en sus seis temporadas con la entidad rojiblanca, para la que completó unos registros de 203 partidos y 61 goles.
Para la selección irlandesa, Quinn marcó un total de 21 goles en 92 partidos. |
- Antes de dejar el fútbol como jugador, Niall Quinn viajaría hasta Tailandia para defender los intereses del BEC Tero Sasana, con el que finalmente colgaría los guantes en 2006. Como entrenador se haría cargo del Sunderland en una ocasión.
Jugó para todas las categorías menores de la selección irlandesa, hasta que en 1986 debutó con el equipo absoluto, justo a tiempo para acudir a la Eurocopa de Alemania Federal 88. Posteriormente acudiría al Mundial de Italia 90, privado de ir a los Estados Unidos 94 por lesión, pero a punto para participar en su última Copa del Mundo, la de Corea-Japón 2002. Sus números internacionales son de 21 goles en 92 partidos.
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