- Le conocimos muy bien en el Mundial de Italia 90, en el que nos sorprendió por una vestimenta demasiado llamativa, con un amarillo fluorescente y rayas negras que podrían sorprender al mismísimo Jorge Campos.
Tuvo todo el protagonismo bajo palos con la selección austriaca en aquella Copa del Mundo en zona italiana, aunque anteriormente ya había asistido a España 82, donde Friedl Koncilia acaparó todo el protagonismo. Michael Konsel sería su sucesor, uno de los muchos que cubrieron la meta austriaca. No llegaría a jugar en los mejores clubes de Europa, sin embargo fue leyenda para LASK Linz, donde jugó durante gran parte de su carrera, y ese desaparecido Swarovski Tirol con el que compitió en altas competiciones.
Klaus Lindenberger nació el 28 de mayo de 1957 en la gran urbe de Linz (Austria). Fue con el SV Bad-Hall cuando inició su larga trayectoria futbolística, pasando casi diez años de formación antes de irse al LASK Linz.
Ya en el mejor equipo de su ciudad, Lindenberger se daría a conocer como un excelente cancerbero que reunía las mejores condiciones para ocupar el arco. Jugador alto (1´91) y muy seguro en el juego aéreo, sabía golpear bien el balón y realizaba buenas estiradas para evitar goles, pues era un tipo bastante ágil.
Tuvo una breve carrera como entrenador, así como ejerció de preparador de porteros en la selección austriaca, esa con la que contó más de cuarenta apariciones tras su debut en 1982. Todo ello lo lograría gracias al LASK Linz.
Durante doce temporadas defendió los intereses de este club con el que nunca celebraría títulos, disputando un total de 283 partidos en la liga austriaca, dejando muy buenas intervenciones bajo palos para engrandecer aún más su figura, eso sí, siempre en competiciones nacionales.
Para jugar en torneos más importantes y ganar títulos, Lindenberger debería cambiar obligatoriamente de aires, abandonando la entidad de Linz tras haber tenido sobre la mesa alguna que otra oferta de equipos extranjeros.
Optó por continuar en la Bundesliga austriaca al aceptar la propuesta del Swarovski Tirol, ese equipo extinto en el que coincidiría con otros grandes profesionales como el argentino Gorosito, Alfred Hörtnagl y Kurt Russ.
Por entonces, el equipo tirolés gozaba de muy buena reputación por Europa, aunque hubo un partido de la Liga de Campeones en el que nuestro protagonista no saldría muy bien parado. Quizás algunos recordéis aquel 9-1 que el Real Madrid le endosó al conjunto de Innsbruck. Los Emilio Butragueño, Hugo Sánchez y Fernando Hierro se ensañaron con el bueno de Lindenberger, que además vería a su equipo caer eliminado de la competición.
Pero también hubo tiempo para celebraciones. En sus tres años vinculado al Swarovski Tirol, Klaus pudo ayudar en la conquista de dos títulos de Liga y otro de la Copa nacional. En medio de aquellos años de gran fama, el meta de Linz conseguiría darse a conocer para todo el mundo en la Copa del Mundo de Italia.
La llamativa equipación que lució Lindenberger en el Mundial de Italia 90. |
Así acabaría la carrera de uno de los grandes porteros austriacos de los años ochenta y noventa, un hombre que luego hizo una corta carrera de entrenador y aseguró su futuro con una empresa de limpieza.
El nombre de Klaus Lindenberger ya figuraba en la lista de los internacionales austriacos que viajaron al Mundial de España 82, pero en éste no llegaría a contar con oportunidades. Sí las tuvo en Italia 90, torneo en el que Austria no pasaría de la primera fase. En total, Lindenberger disputó 43 encuentros internacionales.
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