- Uno de los mejores guardametas en la historia del fútbol español, siempre homenajeado por la afición blaugrana por su larga dedicación al F.C. Barcelona, con el que jugó trece años en Primera División y ganó diversos títulos.
Pero también hubo lugar para los títulos personales, haciendo especial hincapié en sus trofeos como portero menos goleado de la Liga Española, ya que este hito lo consiguió en cinco ocasiones. Precisamente, este trofeo lleva el nombre de otro fabuloso portero de la época, Don Ricardo Zamora.
También representó fielmente a la selección española, para la que tuvo 35 apariciones y disputó el Mundial de Brasil 1950, en el que se ganó el sobrenombre de "El gato de Maracaná". Pocos porteros pudieron emularle.
- Ya hace años que nos dejó, el 30 de julio de 2013. Lo de ser comparado con un felino no era para menos, pues Antoni Ramallets Simón era capaz de alcanzar cualquier pelota que amenazase su arco, realizando imposibles y ágiles estiradas para deleite del exigente espectador de aquella lejana época.
Tuvo una trayectoria como entrenador que también fue reconocida, pero el buen nombre de Ramallets viene a la cabeza por lo que fue como futbolista, un arquero de gran prestigio que aguantó en activo hasta los 36 años y que a día de hoy sigue siendo considerado como el mejor cancerbero en la historia del F.C. Barcelona.
Nació en el barrio de Gracia (Barcelona), el 1 de julio de 1924. De forma amateur, Antoni vivió sus primeras experiencias en equipos como Racing del Guinardó y Club Esportiu Europa, pero tendría que iniciarse en un equipo lejos de tierras catalanas a causa de tener que cumplir con el Servicio Militar.
Le tocó servir a la patria en la Base Naval de San Fernando (Cádiz), y con el club de la localidad andaluza empezaría a jugar al fútbol, aunque sería trasladado a las Islas Baleares, donde encontraría acomodo en un Real Mallorca con el que lograría darse a conocer en la Segunda División española a mediados de los cuarenta. En la entidad mallorquinista pasaría dos temporadas, hasta que en la temporada 1946/47 se marchó a modo de préstamo al Real Valladolid, por entonces en la tercera categoría.
Ayudó al conjunto vallisoletano en su ascenso a la categoría de plata, realizando fantásticas intervenciones que despertarían la atención de los dirigentes del F.C. Barcelona, que se lo llevarían ya en 1947.
Entonces empezaría su leyenda como blaugrana, aunque en sus primeros años tendría que conformarse con ser el suplente de Juan Velasco. Con la marcha de Enrique Fernández, Antoni empezaría a ganarse el puesto.
Aunque con el técnico uruguayo llegaría a debutar en la élite del fútbol español. Ramallets protegería el arco culé el 28 de noviembre de 1948, en un encuentro celebrado en Les Corts ante la visita de un Sevilla que perdería por 2-1. A finales de los cuarenta, el meta catalán empezaría a consolidarse en la portería.
El checoslovaco Ferdinand Daucik sería testigo de sus grandes progresos, otorgándole plena confianza para ir asentándose en la categoría y así celebrar sus primeros títulos en su ciudad natal a partir de los años cincuenta.
Ramallets sería el portero menos goleado de la campaña 1951\52, logro que conseguiría en otras cuatro ocasiones mientras alcanzaba inolvidables gestas con un poderoso equipo que contaría con la presencia de los malabaristas magiares Ladislao Kubala, Zoltán Czibor y Sándor Kocsis.
En aquel magnífico plantel también se hallaban los Luis Suárez, Olivella, Eulogio Martínez y el brasileño Evaristo, aunque él era otra de las grandes estrellas del conjunto, el que por entonces dirigía Helenio Herrera.
Fueron muchos los títulos obtenidos por Ramallets a lo largo de su carrera, entre los que hay que destacar seis campeonatos de Liga, cinco Copas del Generalísimo, tres de la Copa Eva Duarte y otras dos de la Copa de Ferias.
A Ramallets le llamaban "El gato de Maracaná" por su actuación en Brasil 1950. |
- Hasta su último año con el Barça supo mantenerse como protagonista bajo palos, ya en edad veterana y con muchos partidos oficiales a sus espaldas, 288 de ellos en en Primera División, donde solo jugó para el equipo culé.
Trece años como azulgrana para seguir siendo recordado como el mejor portero que pasó por Les Corts. Concluyó su carrera en 1961 para después ejercer en los banquillos, dirigiendo a equipos como Zaragoza, Valladolid o Murcia.
Tuvo una experiencia corta como internacional, pues tan solo llegó a disputar 35 encuentros para la selección española. En sus once años de convocatorias, Antoni Ramallets acudió al Mundial de Brasil 1950, en el que por sus geniales intervenciones saldría apodado como "El gato de Maracaná".
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