- Uno de los casos más extraños del fútbol internacional es el de Henry Zambrano Sandoval, quien en su etapa juvenil sorprendió a todos jugando para las categorías menores de la selección colombiana. No obstante, con el equipo principal no tuvo mucho protagonismo y ni siquiera jugó torneos importantes.
Realizó un sorprendente papel con la "Cafetera" Sub-20 en el Mundial de Australia de 1993, en la que fue Bota de Oro por sus tres goles, sorprendiendo por su frescura y por ser el líder de ataque de su equipo durante el torneo.
A lo largo de su carrera jugó para infinitos equipos, representando a Independiente de Medellín, América de Cali y Atlético Nacional (entre otros) y paseando su talento por ligas como la chilena, ecuatoriana o la Major League Soccer.
Su caso me recuerda mucho al de Pablo Couñago, ese delantero español que en su misma época sorprendió en un Mundial juvenil y acabó siendo un futbolista más que no tendría opciones para brillar con la absoluta.
Nuestro protagonista también era un delantero sensacional, de esos que dio mucho que hablar durante su carrera, más que nada, porque no llegaría tan lejos como muchos pudieron esperar de él. "Ferri" tenía un enorme talento como delantero centro y era goleador, pero su nombre no trascendió más allá de lo que hizo en sus inicios.
Zambrano nació en Soledad, una localidad del Atlántico (Colombia), el 7 de agosto de 1973. Por sus fulgurantes inicios en aquel Mundial juvenil de Australia, el jugador sería fichado por el prestigioso Independiente de Medellín.
Se supo que el delantero contó con muchas ofertas importantes, muchas de ellas procedentes de equipos europeos. Sin embargo, el joven atacante elegiría Medellín como su destino deportivo, club con el que pronto intentaría mantener su nivel goleador, el que ya había demostrado como internacional.
Pese a que siempre sintió pasión por Junior de Barranquilla, el equipo de su vida, Henry apostó por el primer club que mostró más interés, en el que empezaría a jugar a partir de la campaña 1993\94, debutando en la liga colombiana.
El Bota de Oro colombiano no tardaría en justificar su acierto de cara al gol, llegando a marcar 16 goles en 48 partidos con Independiente, cuya entidad dejaría en 1994 para unirse al América de Cali, otro importante equipo de la liga.
Henry cambiaría de un equipo a otro hasta que en 1997 optó por marcharse a Ecuador. Cuando muchos creyeron que acabaría triunfando por el viejo continente, el todavía joven delantero seguiría en activo por la liga ecuatoriana, donde representaría al LDU Quito durante muy poco tiempo.
Volvería a su país para vestir los colores del Atlético Nacional, para el que haría 22 anotaciones a lo largo de la campaña 98\99. Finalizada la misma, Zambrano se trasladaría al Norte de América para fichar por el MetroStars.
Dejó su sello goleador en la MLS, en la que también formaría parte del Colorado Rapids, jugando entre medias para su amado Junior de Barranquilla y Millonarios. Por entonces, el ariete de Soledad ya había perdido su cartel internacional, pues no disputaría más encuentros oficiales con Colombia.
La fama internacional de Henry Zambrano se acabaría a finales de los noventa. |
- Su nombre se fue disipando a medida que pasaban los años, dejando atrás sus bellos recuerdos como juvenil, que es cuando realmente sonó por todo el planeta. Mientras tanto, Zambrano cumpliría aún con su larga trayectoria, eligiendo como destino Deportes Tolima, a donde llegó procedente del DC United.
Todavía le quedarían ganas de competir por Chile con Deportes La Serena, y de pasar por otros como Deportes Quindío o Boyacá Chicó -además de otros clubes-, poniendo fin a su carrera en 2009, tras jugar para Cortulua.
La carrera internacional de Henry Zambrano es todo un caso, pasando de unos inicios brillantes con sus logros como juvenil, a casi no contar para el equipo absoluto colombiano, con el que solamente jugó 11 partidos. El delantero nunca participó en torneos importantes, dejando de representar a su país a finales de los noventa.
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