- Leyenda por siempre para la afición florentina, también dejó una imborrable huella en la Roma, para la que fue el rey del gol en la conquista por el campeonato liguero de 2001. En Italia también jugó para el Inter de Milan, yéndose de la Serie A como uno de los mejores delanteros de la historia.
El añorado "Batigol" hizo grandes cosas como futbolista, máximo goleador de la campaña 1994\95 con la Fiorentina, pero sin el premio de llevarse un Balón de Oro, y eso que estuvo entre los candidatos en más de una ocasión.
Fue uno de los últimos campeones argentinos, ganador de dos ediciones de la Copa América (1991 y 1993) y de la Copa Confederaciones de 1992. Por desgracia, Argentina no ha vuelto a ganar un Mundial desde México 86.
"Batigol", un ídolo en Florencia. |
- Para mi fue uno de los grandes referentes de mi juventud, un excelente goleador que todo balón que cogía acababa besando las redes. Gabriel Omar Batistuta era un brillante cabeceador, peligrosos en el uno contra uno, incómodo en los marcajes, fiero, aguerrido...
Nació el 1 de febrero de 1969 en Avellaneda, Santa Fe (Argentina). Creció en la localidad de Reconquista y vieron sus inicios en el Newell's Old Boys, donde el llamado "Rey León" celebraría sus primeros goles como profesional a finales de los ochenta, antes de recalar en el River Plate.
Jugaría para los dos, para River y Boca Juniors. Gabriel Batistuta ya habría demostrado su talento de cara a la portería para contar con buenas ofertas por el viejo continente, motivado en sus inicios por su reciente cartel internacional, pues ya había debutado para la selección albiceleste.
Se plantó en Italia y firmó contrato con esa Fiorentina en la que siempre se sentiría importante, donde empezaría su rutilante historia en el Calcio italiano en 1991, cuando al equipo florentino no dirigía un brasileño llamado Lazaroni. Él tendría la suerte de abrirle las puertas del fútbol europeo.
El primer día de septiembre de 1991 jugaría sus primeros minutos en la Serie A, aunque aquella tarde no podría ver puerta en un dificultoso duelo en Delle Alpi frente a la poderosa Juventus, que vencería por 1-0.
Batistuta no tardaría en dejar su sello goleador, anotando en la segunda fecha del campeonato, para ayudar al conjunto viola a sumar la primera victoria de la temporada ante el Genoa (3-1). Ya en su primer año, el argentino dejaría su primer hat-trick ante el Foggia y sumaría un total de 13 dianas.
Vivió el amargo descenso de categoría en 1993, pero retornó con fuerza para convertirse en el máximo realizador de la liga italiana en el curso 1994\95. Por entonces, todos los clubes empezarían a pelearse por sus servicios.
Pero Batistuta seguiría en la Fiorentina, o al menos hasta conseguir sus primeros títulos con la obtención de la Coppa italiana y la siguiente Superccopa. Unos años después, su marcha sería irremediable.
Tras casi diez años de buen fútbol y goles por la cancha de Artemio Franchi, Batistuta pondría rumbo a la capital italiana para comprometerse con la AS Roma, donde jugaría a las órdenes del ilustre Fabio Capello.
El gran título de su historial deportivo lo conseguiría en su primera campaña como jugador granate, haciendo 20 metas para ayudar a la Roma en su conquista del campeonato liguero en 2001. Después ganaría otra edición de la Supercopa nacional, pero sus registros irían disminuyendo considerablemente.
Ya era un jugador veterano cuando fichó por el Inter de Milan, donde se mezclaría con grandes cracks del balón como Fabio Cannavaro, Sérgio Conceição, Hernán Crespo, Álvaro Recoba, Christian Vieri y el meta Francesco Toldo. Con la escuadra "nerazzurra" viviría sus últimos pasos por la Serie A.
En sus 77 apariciones con la selección Argentina, Batistuta marcó 54 goles. |
- Cerraría su fama de goleador por Italia en 2003, dedicando sus dos últimos goles al Inter para dejar atrás Italia. En sus doce temporadas por el Calcio italiano, Batistuta dejaría un total de 184 tantos en 318 partidos.
Como toda estrella del balompié, "Batigol" pasearía su buen juego por Qatar como homenaje a su retirada. El Al-Arabi sería ese último equipo al que defendería Gabriel, puesto que ya en 2005 colgaría sus botas.
Tampoco quedaron mal sus números con la selección de Argentina, para la que el poderoso artillero dejaría 54 metas en 77 partidos. Conquistó dos Copas de América en 1991 y 1993, pero nunca se coronaría campeón de la Copa del Mundo, y eso que lo intentó en USA 94, Francia 98 y Corea-Japón 2002.
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