martes, 3 de marzo de 2020

¿Te acuerdas de Ján Popluhár?



- Subcampeón mundial con aquella maravillosa selección de Checoslovaquia en la que hombres como Jozef Masopust, Pluskal, Ladislav Novák o Jozef Adamec dieron mucho que hablar. Ján Popluhár era el que se encargaba de lo más complicado, de fortalecer la defensa.
Él se tuvo que encargar de frenar los potentes arreones de una delantera formada por los Amarildo, Vavá, Zagallo y Garrincha, quienes en aquel Mundial de Chile 62 no tuvieron que vivir de los goles del mismísimo Pelé. 

Jan era un defensa básico y sencillo, aunque con mucha técnica. Al igual que muchos hombres eslavos de su época, era disciplinado y competitivo, algo que supo demostrar también en los clubes por los que pasó, tales como el Slovan Bratislava, Rudá Hvězda de Brno y Olympique de Lyon.

- Popluhár nació el 12 de septiembre de 1935 en la localidad eslovaca de Čeklís, por entonces perteneciente a una unida Checoslovaquia, ese país del que saldrían grandes futbolistas entre los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Sin embargo se dio a conocer en la vecina República Checa, concretamente en la localidad de Brno, donde jugó para el Rudá Hvězda cuando gozaba de un gran prestigio internacional.
Los primeros pasos los dio en la capital eslovaca de Bratislava, donde inició una prometedora carrera en la academia juvenil del Slovan. Aquel muchacho acosado por la alopecia pronto demostraría un especial talento para jugar en defensa, debutando como profesional a mediados de los años cincuenta en el máximo nivel checoslovaco. Considerado como el mejor futbolista eslovaco del siglo XX -con permiso de Masopust- Jan nunca optaría al preciado Balón de Oro, sin embargo ya demostraría en sus primeros compromisos internacionales que el equipo nacional iba a necesitar de su gran labor como zaguero antes de afrontar el Mundial de Suecia en 1958. 

Toda aquella gran fama la había logrado en el Slovan de Bratislava, para el que jugó casi quince temporadas, interrumpidas por breves estancias en otros clubes que completaron su admirable currículo. 

En 1955 se fue a la región checa para jugar en el Rudá Hvězda de Brno, donde tendría notables apariciones en sus tres campañas antes de regresar a la capital eslovaca para continuar su carrera con el Slovan. 
Tras haberse ganado el cartel internacional con el conjunto de Brno, Jan volvería a despuntar en la defensa del club de Tehelné Pole, con el que en los próximos años conquistaría tres títulos de a Copa checoslovaca (1962, 1963 y 1968).

Para el Slovan lo fue todo, ya que además de ganarse el gran reconocimiento de los expertos del balompié, pasó gran parte de su carrera en Bratislava completando unos números totales de 262 apariciones y 21 goles.

Todo el mundo era consciente de la calidad del de Čeklís, que en 1969 decidió salir por vez primera de su país para fichar por el Olympique de Lyon. Popluhár no volvería a defender más los colores del Slovan.
En Francia solamente pasaría un par de años, retornando a Brno en los inicios de la siguiente década para incorporarse al Zbrojovka. Entonces se acercaban los años finales de su carrera, en los que completaría su trayectoria deportiva con más de trecientos partidos a sus espaldas en lo que a la competición checoslovaca se refiere. 

Terminó su carrera en otro Slovan, el de Viena. En el fútbol austriaco jugaría sus últimos partidos ejerciendo un cargo como entrenador-jugador, colgando definitivamente las botas en 1979 para dar paso a la última generación de futbolistas checoslovacos. 

Con la extinta selección checoslovaca, Ján Popluhár quedó subcampeón en el Mundial de Chile 62.

- De él decía Leopold Šťastný -entrenador en su etapa con el Slovan- que era un hombre noble y caballeroso, por eso le llamaba cariñosamente "Bimbo", quizás por aquella expresión que convierte a uno en "más bueno que el pan". El 6 de marzo de 2011 el fútbol lloró la muerte de Ján Popluhár, quien nos dijo adiós en la ciudad eslovaca de Bernolákovo.

Para aquella gloriosa selección de Checoslovaquia completó unos registros de 62 partidos y un gol. Su primer reto mundialista llegó en Suecia 1958, aunque siempre será más recordado aquel segundo lugar que lograron los checoslovacos en la Copa del Mundo de Chile 62, en la que la selección eslava cayó en la final por 3-1 ante Brasil. 

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