¿Te acuerdas de Billy Simpson?

- Solo Francia pudo frenar a los muchachos de Peter Doherty, que en el Mundial de Suecia 1958 superaron la dificultosa fase de grupos en la que se hallaban las selecciones de Alemania, Checoslovaquia y Argentina. Entre aquellos héroes del fútbol de antaño se hallaba William J. Simpson.

Simpson era un delantero centro muy goleador que halló su mejor momento de forma en las filas del Rangers y Linfield, equipo de su ciudad natal. También jugó para Stirling Albion, Partick Thistle y Oxford United .
Le apodaban "Billy" y nació el 12 de diciembre de 1929 en la ciudad de Belfast (Irlanda del Norte). No hace mucho que nos dejó, pereciendo el 27 de enero de 2017 en una Glasgow en la que hizo vida una vez retirado de los campos de juego.

Comenzó su carrera en el Linfield, equipo en el que ingresó en los años cuarenta tras jugar en varios equipos amateurs de Belfast. Con el mejor equipo de la época en su ciudad, Simpson se daría a conocer para el resto del reino británico.

Era un jugador con pundonor, todo pulmón y gol. En 1946 debutaría como profesional para el Linfield Football Club, cuando apenas tenía diecisiete años. Ya desde joven demostraría una clase innata, haciendo sus primeros tantos en la liga irlandesa.
Con el conjunto de Windsor se convertiría en estrella, haciendo 41 tantos en los 63 partidos que disputó. Abandonaría su ciudad a comienzos de los años cincuenta, cuando el Rangers escocés ofreció 11.500 libras por sus servicios.

Había aterrizado en Escocia por recomendación de Torry Gillick quien vio en el delantero norirlandés grandes cualidades como atacante: buen juego con los dos pies, acierto de cara al gol y versatilidad. Fue precisamente la polivalencia lo que le permitió triunfar en el fútbol.

Y es que con el paso del tiempo fue ocupando posiciones del medio campo, siempre en zona de ataque para vivir más cerca del gol. Su atino sería vital para lograr los 163 goles que marcó para los Rangers entre todas las competiciones. Billy llegaría a marcar cuatro goles en un mismo partido, ante rivales como Third Lanark, St Mirren e Hibernian.

Pero el gol más importante de su carrera se lo hizo a los Hearts en abril de 1957, un acierto que le llevó a su equipo a ganar el título de la Premier escocesa. Adorado por la afición de Ibrox, por aquellos tiempos se popularizó entre la hinchada el cántico "A Trip to Ibrox".
Pasó nueve temporadas jugando para los Rangers de Glasgow, viviendo sus mejores años como internacional, pues antes de marcharse del equipo azul, Simpson acudiría a la Copa del Mundo de Suecia con su selección nacional.

Abandonó Glasgow con 172 partidos en la liga escocesa, en la que además dejó 112 dianas pese a jugar como interior en diversas ocasiones. Aunque aún no tocaba colgar las botas, la carrera de Billy fue en decadencia.

Simpson se fue al Stirling Albion a finales de los años cincuenta. Por entonces ya era veterano y apenas contó con protagonismo dentro del equipo, por lo que antes de acabar la temporada recalaría en las filas del Partick Thistle. Tampoco sería muy duradera su estancia en el club de Firhill, para el que dejaría un par de goles en seis apariciones.

Una lesión impediría que Billy Simpson tuviese participación en el Mundial de Suecia 58.

- El último club de su vida fue el Oxford United, con el que estaría una temporada en activo antes de retornar a Escocia para instalarse en esa Escocia que tanto adoraba y en la que vivió sus últimos días. Hace poco más de tres años que falleció en Glasgow.

Con la selección de Irlanda del Norte participó en una docena de partidos en los que dejó cinco tantos. Acudió a la Copa del Mundo de Suecia de 1958, pero una lesión le impediría tener minutos en el torneo intercontinental. Aún así, pudo vivir de cerca la gran actuación de sus compañeros, que en cuartos caerían eliminados ante Francia.