- Recuerdos de mis tiempos de infancia y adolescencia brotan cuando escucho o leo el nombre de Anthony Guy Cascarino. La selección irlandesa de aquella época contó con una dupla de ataque temible, la que formaban Cascarino y John Aldridge.
Resulta que el propio "Tony" llegó a reconocer en su autobiografía que su participación con la selección de la república irlandesa fue todo un fraude, ya que la sangre que corre por sus venas no tienen tal procedencia, pues su madre era adoptada, así que para nada valía que su abuelo materno fuera irlandés.
Aún así participó en las Copas del Mundo de Italia 90 y USA 94, así como en la "Euro" de 1988. De hecho, Cascarino es uno de los jugadores que más veces representaron al "Ejército Verde", con 88 partidos disputados.
Él nació en St Paul's Cray (Inglaterra), el 1 de septiembre de 1962. Además de esas falsas raíces irlandesas, lo que sía tenía este delantero era sangre escocesa e italiana, de ahí ese apellido tan poco británico.
A mi era un atacante que me gustaba mucho, alto, rápido, bregador... "muy a la inglesa". Y es que Cascarino no solo aportaba mucho gol, además los concedía con grandes asistencias y practicaba esa modalidad futbolística denominada como "juego sin balón", es decir, arrastraba a las defensas rivales con sus inteligentes movimientos.
Dio sus primeros pasos en las filas del Crockenhill a comienzos de los ochenta, un equipo al que incluso llegó a ayudar donando material deportivo con la colaboración de su siguiente club, el Gillingham.
Cascarino se educaría en aquel ambiente tan solidario, llamando la atención sobre los terrenos de juego especialmente por su facilidad a la hora de ver puerta, lo que le serviría para llegar a ese club que admiraba como aficionado, el Millwall.
Para este equipo jugaría durante tres temporadas, justo coincidiendo con su eclosión en el fútbol inglés. El entonces joven delantero de Kent marcaría 42 tantos en poco más de cien partidos, lo que despertaría la atención de muchos otras empresas de la futura y ya inminente Premier League.
Ya con una gran fama, a inicios de los noventa ficharía por el Aston Villa, con el que confirmaría su gran estado de forma marcando once goles a lo largo del curso 1990\91. Con el conjunto de Birmingham jugaría sus últimos partidos en la antigua primera división británica.
Después pasó por el fútbol escocés jugando para el Celtic de Glasgow, de donde directamente retornaría a Inglaterra para incorporarse al Chelsea, con el que debutaría en la nueva Premier League el 21 de febrero de 1993, en una visita a Ewood Park en la que salieron derrotados por 2-0.
Para el Chelsea jugaría un par de temporadas, dejando ocho tantos en sus escasas apariciones como "Blue". En 1994 se desvincularía de la disciplina de Stamford Bridge para marcharse a Francia y así firmar por el Olympique de Marsella.
Jugó tres años en la liga francesa dejando unos impresionantes registros de 61 goles en 84 partidos. Cascarino era como el buen vino, pues ya contaba con 34 años de edad y seguía haciendo goles como si tuviera 20 años recién cumplidos. Y eso mismo demostraría en el Nancy -también de la Ligue 1- pues con este equipo se convertiría en el jugador más veterano capaz de hacer un hat-trick. Por entonces ya tenía 37 primaveras.
Tony Cascarino durante un partido del Mundial de Italia 90 frente a la campeona Alemania. |
- En Francia decidiría poner punto y final a su carrera deportiva, marchándose a París para jugar en el Red Star, con el que colgaría las botas a comienzos del nuevo milenio con 38 años. En total, Cascarino jugó a lo largo de su carrera 629 partidos y marcó 248 goles.
Para la selección irlandesa registró 19 tantos en 88 partidos. Debutó para el seleccionado de Éire a mediados de los ochenta, y ya en 1988 acudió a la Eurocopa de Alemania Federal. También tuvo dos participaciones en la Copa del Mundo, en las ediciones de Italia 90 y Estados Unidos 94.
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