- Hubo una época en la que la Liga Española nos descubrió grandes guardametas. Por eso quiero detenerme en los finales de los años ochenta y comienzos de los noventa. En ese tramo de tiempo, los porteros que más destacaban eran Paco Buyo, Andoni Zubizarreta y Abel Resino. Ellos fueron el foco de atención de la liga más competitiva del mundo.
Francisco Buyo Sánchez fue un importante arquero en la historia del Real Madrid, ganador de varios títulos en su etapa de blanco que defendió al equipo en la gloriosa etapa de "la quinta del Buitre". Además jugó para Deportivo de La Coruña, Mallorca, Sevilla y Huesca.
Quizás su trayectoria internacional se queda algo corta, pues tan solo tuvo siete apariciones internacionales con España. Sin embargo no hay que olvidar que fue el meta titular del sorprendente y milagroso 12-1 entre el combinado español y Malta.
- Nació en Betanzos (A Coruña), el 13 de enero de 1958. Hablamos de un portero legendario, un hombre arriesgado bajo palos pero bastante efectivo. Fallaba algo en el juego de pies con el balón, y eso que en sus inicios jugó como extremo derecho. Sus ágiles acciones en el marco llegaban a decidir partidos. Sin duda fue uno de los mejores porteros de su época.
Buyo no tardaría en salir de su Galicia natal. Empezaría jugando en el Ural a comienzos de los setenta, de donde pasaría al Betanzos Club de Fútbol en 1973. Tras jugar dos años para el club de su ciudad, el llamado "Gato de Betanzos" emprendería su primer viaje fuera de casa para instalarse en tierras baleares y fichar por el Real Mallorca. Allí pasaría un año para después regresar a La Coruña y así fichar por el Deportivo, por entonces en Segunda División. Con dieciocho años, Buyo se haría con la titularidad en la escuadra blanquiazul, a la que defendería durante cuatro campañas, hasta que el equipo descendió a Segunda B.
Pero en Buyo ya se habían fijado varios equipos, es por ello que a comienzos de los ochenta ficharía por el Sevilla C.F., con el que se produciría su estreno en la máxima categoría. Éste llegaría el 14 de septiembre de 1980, en un partido ante el Zaragoza en el que no pudo dejar su marco a cero (2-0).
Desde el principio se ganó el protagonismo en el marco sevillista, figurando como uno de los mejores jugadores del club de Híspalis en las seis temporadas que estuvo en Sevilla. Es por ello que antes de iniciarse el curso 1986\87, el de Betanzos ficharía por el Real Madrid.
Buyo no tardaría en salir de su Galicia natal. Empezaría jugando en el Ural a comienzos de los setenta, de donde pasaría al Betanzos Club de Fútbol en 1973. Tras jugar dos años para el club de su ciudad, el llamado "Gato de Betanzos" emprendería su primer viaje fuera de casa para instalarse en tierras baleares y fichar por el Real Mallorca. Allí pasaría un año para después regresar a La Coruña y así fichar por el Deportivo, por entonces en Segunda División. Con dieciocho años, Buyo se haría con la titularidad en la escuadra blanquiazul, a la que defendería durante cuatro campañas, hasta que el equipo descendió a Segunda B.
Pero en Buyo ya se habían fijado varios equipos, es por ello que a comienzos de los ochenta ficharía por el Sevilla C.F., con el que se produciría su estreno en la máxima categoría. Éste llegaría el 14 de septiembre de 1980, en un partido ante el Zaragoza en el que no pudo dejar su marco a cero (2-0).
Desde el principio se ganó el protagonismo en el marco sevillista, figurando como uno de los mejores jugadores del club de Híspalis en las seis temporadas que estuvo en Sevilla. Es por ello que antes de iniciarse el curso 1986\87, el de Betanzos ficharía por el Real Madrid.
Y una vez más se ganó la titularidad desde el principio. Leo Beenhakker confió en el meta coruñés y éste pasaría a defender la retaguardia de un equipo compuesto por jugadores como Míchel, Butragueño, Sanchís y Hugo Sánchez, entre otros.
Buyo vivió sus mejores años como futbolista en Chamartín, ganando varios títulos desde su primer año como merengue. A las cuatro ligas consecutivas, hay que añadir otras dos cuando estuvo cerca de retirarse.
También levantó dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España. Pero no todo fueron títulos colectivos, ya que Paco también se llevó el Trofeo Zamora en dos ocasiones, en la temporada 1987\88 y la 1990\91.
Pocos futbolistas pueden presumir de un palmarés tan brillante, aunque la espina clavada del jugador gallego fue la de no conseguir ganar un título europeo en sus once años como madridista. Eso sí, siempre se acostumbró a ser el portero titular.
Fueron 542 partidos en Primera División, a los que hay que añadir otros 122 en la categoría de plata. Terminó su carrera en el Real Madrid a los 38 años de edad, cuando el campeón alemán Bodo Illgner cogió el testigo en la portería blanca. Se retiró como un grande, acostumbrado a ser una pieza clave del equipo, siempre un fijo en cada partido.
Buyo vivió sus mejores años como futbolista en Chamartín, ganando varios títulos desde su primer año como merengue. A las cuatro ligas consecutivas, hay que añadir otras dos cuando estuvo cerca de retirarse.
También levantó dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España. Pero no todo fueron títulos colectivos, ya que Paco también se llevó el Trofeo Zamora en dos ocasiones, en la temporada 1987\88 y la 1990\91.
Pocos futbolistas pueden presumir de un palmarés tan brillante, aunque la espina clavada del jugador gallego fue la de no conseguir ganar un título europeo en sus once años como madridista. Eso sí, siempre se acostumbró a ser el portero titular.
Fueron 542 partidos en Primera División, a los que hay que añadir otros 122 en la categoría de plata. Terminó su carrera en el Real Madrid a los 38 años de edad, cuando el campeón alemán Bodo Illgner cogió el testigo en la portería blanca. Se retiró como un grande, acostumbrado a ser una pieza clave del equipo, siempre un fijo en cada partido.
Legendario portero del Real Madrid, Buyo solo jugó siete partidos con "La Roja". |
- Ya retirado como futbolista, nos hemos acostumbrado a ver a Paco Buyo en los medios televisivos, en algunos programas deportivos o bien como comentarista. También regenta negocios como su empresa dedicada a la instalación de césped artificial.
Injusto es su currículo internacional, ya que Buyo solamente tuvo siete apariciones con la selección española. Debutó para el equipo nacional el 21 diciembre de 1983, en un partido que hizo historia cuando el combinado ganó por 12-1 a Malta para lograr la clasificación a la Eurocopa de 1984. Lástima que el coruñés nunca jugaría ningún torneo importante, aunque sí acudió a la Euro de Francia 84, en la que España fue subcampeona.
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