domingo, 17 de enero de 2021

¿Te acuerdas de Matthias Sammer?



- Aún jugaba para la Alemania Oriental cuando la Federal conquistaba la Copa del Mundo de Italia 90, la misma que él representaría a partir de entonces. Nunca pudo ganar títulos como internacional, y eso que participó en las Eurocopas de Suecia 92 e Inglaterra 96, además del Mundial de USA 94.
Como jugador de club, Matthias Sammer representó a Stuttgart, Inter de Milan y Borussia Dortmund. Con el último ganaría varios títulos de las Bundesliga, además de la histórica Champions League de la campaña 1996\97.

Sin haber hecho grandes cosas en el apartado internacional, este zaguero consiguió alzar un Balón de Oro en 1996, como hace seis años había hecho su compañero de selección, el campeón del mundo Lothar Matthäus.

Sammer con el Inter de Milan.
- No quita que Sammer se haya merecido ganar el objeto dorado, pues a día de hoy tenemos los ejemplos de hombres como Lionel Messi Luka Modric, hombres que no han alzado títulos internacionales con sus respectivas selecciones y han podido presumir del cotizado galardón. El primero presume de seis ediciones.
Este futbolista era todo un genio con el balón en los pies, uno de los hombres que hicieron honor a la demarcación del clásico líbero, como hizo su idolatrado compatriota Franz Beckenbauer. Tanto en defensa como en el medio del campo, Sammer sabía anticiparse a todas las jugadas para desplegar su buen fútbol. Era técnico, trabajador y bastante inteligente.
Nació en Dresde (Alemania) el 5 de septiembre de 1967. A los seis años ingresó en la academia juvenil del Dinamo Dresden, donde fue escalando peldaños hasta ascender al primer equipo a mediados de los ochenta, después de sorprender a todos como juvenil. Con el primer equipo debutaría en 1985, primero actuando como delantero goleador a las órdenes de su propio padre. Por entonces, la liga alemana era conocida como la DDR-Oberliga, que en pocos años pasaría a denominarse como la Bundesliga que a día de hoy conocemos.

Durante cinco años jugaría para el equipo de su ciudad, de donde pasaría al VfB Stuttgart en el verano de 1990, cuando la selección que pasaría a representar se coronó como flamante campeona del mundo en el Mundial de Italia.

A Sammer no le costaría ganarse el puesto desde su llegada a Stuttgart, en cuya plantilla estaban internacionales destacados como Guido Buchwald o Michael Frontzeck, con quienes formaría una completa zona defensiva.
Su mejor año fue el segundo, cuando los "Die Roten" se proclamaron campeones de la nueva Bundesliga en 1992, con Christoph Daum al mando del equipo. Sammer seguía figurando como indiscutible del equipo, habiendo participado en casi todos los partidos ligueros para registrar 11 tantos.

En los primeros años de su carrera se mostró bastante goleador, una faceta que también luciría en su paso por la liga italiana, ya que Matthias Sammer ficharía por Internazionale de cara a la temporada 1992\93.

Italia estaba de moda en cuanto a este deporte, con Inter y AC Milan como los equipos más competitivos unidos por San Siro. Sammer se uniría a una poderosa escuadra entrenada por Bagnoli en la que coincidiría con los Walter Zenga, Igor Shalimov, Salvatore Schillaci y el macedonio Darko Pancev.
Pero su paso por el Calcio no fue tan largo como muchos esperaban. Del Inter se marcharía sin grandes logros que destacar, habiendo participado en 11 partidos antes de regresar a su Alemania natal.

Sammer se uniría al Borussia Dortmund para disfrutar de los mejores años de su carrera. Empezó poniéndose a las órdenes de un Ottmar Hitzfeld que no duraría mucho en el banquillo del Borussia Park, quien le haría debutar una vez iniciada la mitad del curso 1992\93. Como líder del equipo, Matthias los dirigiría a conquistar dos títulos de Liga y otros dos de la Supercopa.

Sammer se retiró del fútbol siendo bastante joven, con tan solo 30 años.


- En 1996 sería nominado para el Balón de Oro, un premio que levantaría ante el estupor de muchos que veían el galardón en manos de otros cracks de la época. Sin embargo, el trabajo de Sammer había sido impecable, conduciendo al Borussia a conquistar la Liga de Campeones del curso 96\97.
Sammer siguió jugando hasta 1998, retirándose tras levantar la Copa Intercontinental a sus 30 años. Así de joven decidiría retirarse a causa de una infección en la rodilla. Poco después reaparecería como entrenador. 

Sammer jugó para las dos Alemanias, con la Oriental hasta 1990 y con la nueva y unificada a partir de entonces, con la que tendría 51 apariciones y haría 8 goles. Participó en las Eurocopas de Suecia 92 e Inglaterra 96, y en el Mundial de USA 94.

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