- Me vienen recuerdos de una selección belga muy competitiva en la que figuraban los nombres del gran Enzo Scifo, Michel Preud'homme, Luc Nilis y Marc Degryse y, entre ellos, también se hallaba Daniel Edouward Boffin, otro miembro destacado de aquellos apodados "Diables Rouges".
Este centrocampista de ataque llegaría a acudir a otras dos Copas del Mundo, figurando en la de Corea-Japón como uno de los hombres más longevos en la historia de los mundiales de fútbol. Sin embargo, finalmente no sumaría ni un minuto en el torneo más oriental.
Solamente saldría de su país para jugar en una liga vecina. En la Ligue 1 competiría con el Metz durante cuatro temporadas, completando su carrera a nivel de clubes en otras entidades como la del Standard de Lieja, Anderlecht o Sint-Truidense.
El club de Limburgo marcaría el principio y final de su profesión. Danny nació el 10 de julio de 1965 en esta ciudad belga en la que desarrolló su formación juvenil, sobre todo cuando se incorporó bien joven al Koninklijke Sint-Truidense.
A mediados de los ochenta se daría a conocer como un elegante jugador de banda, un interior o extremo izquierdo capaz de crear jugadas de bella factura y combinaciones imposibles. Boffin era un gran asistente y mejor goleador, todo un lujo para el flanco zurdo.
Actualmente le conocemos como entrenador, al igual que a muchos otros ex-futbolistas que tratan de seguir vinculados a este deporte. Guardo buenos recuerdos de su juego, aunque reconozco que no fui consciente de su calidad hasta que le vi en el Mundial de Estados Unidos, en 1994.
Saldría del Sint-Truidense a los veintidós años para fichar por el R.F.C. Lieja, con el que daría el paso más importante de su carrera. Con su gran juego ayudaría a que el equipo conquistase el torneo copero nacional en 1990, completando una dulce etapa de cuatro años en la que dejó 8 tantos y 128 apariciones.
Entonces los clubes más grandes del país se pelearían por el que en poco tiempo asumiría su primer Mundial, debutante con la selección belga en su segundo año con el Lieja, que posiblemente fue el mejor de su carrera.
El Anderlecht acabaría contratando los servicios de Boffin, a quien confiaría un puesto titular para dominar el fútbol nacional durante los seis próximos años. En ese tiempo, Danny levantaría tres títulos de la Jupiler League, otro de Copa y cuatro de la Supercopa belga.
Claro que Boffin contaría con ofertas de muchos clubes, y más teniendo en cuenta la gran experiencia acumulada hasta entonces. Entre mediados y finales de los noventa, serían muchos los agentes que preguntarían por el punta belga, pero ninguna oferta situaría al jugador en una de las grandes ligas del momento.
Tuvo que conformarse con irse a Francia y así estampar su firma con el F.C. Metz, un equipo ubicado en la zona medio alta de la Ligue 1. Durante cuatro temporadas sabría dejar su huella de profesional, así como 14 goles en 109 partidos.
No habrían más apuestas en el extranjero y el veterano centrocampista volvería a su país natal, y una vez más para defender al equipo de su ciudad. Para el Sint-Truidense jugaría un par de temporadas antes de fichar por el Standard.
Pese a contar con 37 años, Danny Boffin acudiría al Mundial de Corea-Japón. |
- Dio sus últimos pasos en Lieja para después finalizar su carrera deportiva a los 39 años, momento ideal para iniciar su trayectoria como entrenador. Danny Boffin se ha estado haciendo cargo de equipos modestos del fútbol belga.
Su experiencia internacional se resume en 53 partidos, un gol y tres Mundiales y una Eurocopa disputada. Su debut con el equipo absoluto de Bélgica se produjo el 23 de agosto de 1989, en un encuentro amistoso ante Dinamarca que acabó con 3-0 favorable a los "Diables Rouges".
Participó en los Mundiales de Estados Unidos 94 y Francia 98, pero siempre será más recordado por acudir a Corea-Japón con 37 años. Por desgracia, el seleccionador Robert Waseige, no le concedería ni un minuto.
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