- Quizás no haya sido muy justo el mundo del balompié con selecciones como la de México, una gran exportadora de talentos que entre finales de los noventa y comienzos del nuevo milenio nos descubrió a jugadores como Rafa Márquez, Borgetti, Cuauhtémoc Blanco, Torrado, Guardado y Arellano, entre otros.
Nuestro protagonista latino de hoy llegó a ser campeón de la Copa de Oro Concacaf y la Confederaciones, así como participó hasta en tres Copas del Mundo: las de Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.
A nivel de clubes solamente jugó para equipos como Monterrey o Guadalajara, ya que nunca pudo cruzar el charco para jugar en algún club importante del viejo continente. Aún así, dejó claras muestras de su talento en la liga mejicana.
Tal vez sea más famoso por otros acontecimientos que marcaron su carrera deportiva. Le llaman "Violador" por ciertos problemas que tuvo con la justicia en referencia a ciertos abusos sexuales, aunque también se le conoció como "El Charrito" o "El Cabrito".
Pero su nombre real es José de Jesús Arellano Alcocer, un futbolista perfectamente reconocible por triunfar en su país durante el cambio secular. Este jugador de claro perfil de ataque nació el 8 de mayo de 1973 en Monterrey, Nuevo León (México).
Era un jugador de gran clase técnica que destacaba como delantero centro o extremo diestro, yo le recuerdo mejor por su papel por la banda derecha. Tenía desborde, pase, gol y era toda una amenaza por sus fabulosos quiebros cercanos al área.
Tenía cinco años cuando empezó a llamar la atención jugando al fútbol. Considerado como un auténtico fuera de serie, en sus inicios rechazaría jugar para los Pumas para recalar en los Leones Negros de la Indeco.
Hasta finales de los ochenta daría agigantados pasos para figurar como una de las mayores promesas del fútbol mejicano, ingresando en el Club de Fútbol Monterrey, para darse a conocer en el fútbol profesional, sin tardar demasiado en tener sus primeros pasos con las categorías menores de la selección mejicana, para la que también fue olímpico.
El 5 de febrero de 1994 debutaría para "Los Rayados" en un empate a uno frente al Puebla, aunque todavía quedaría mucho por ver en un jugador del que muchos esperaban más en las distintas posiciones que ocupó sobre el campo.
Sin embargo supo hacerse con un nombre en la Liga MX, jugando para el equipo de Monterrey durante gran parte de su carrera, cumpliendo con dos etapas por la interrupción de su paso por Guadalajara.
Para el equipo de Chivas jugaría durante tres temporadas, precisamente en ese momento cumbre de su carrera en el que logró hacerse con la titularidad internacional para afrontar sus primeras citas internacionales de gran importancia.
Arellano completaría unos números de 14 goles en 72 partidos con el Guadalajara, estando a punto de abandonar el club para aterrizar en Italia y fichar por el Chievo Verona. Sin embargo se decantó para seguir compitiendo en México, donde continuaría su carrera defendiendo la elástica del C.F. Monterrey.
Hasta 2011 siguió jugando para el equipo de su ciudad natal, con el que cerró una etapa en la que consiguió celebrar el Torneo de Clausura 2003, la InterLiga de 2010 y los Torneos de Apertura de 2009 y 2010.
Arellano participó en tres ediciones de la Copa del Mundo con la selección mejicana. |
- El resto de sus pasos deportivos quedarían marcados por ciertos escándalos en torno a su figura que no tendrán cabida en Fútbol Latino, pues aquí solamente nos reúne el deporte. En 2011, Jesús Arellano abandonaría la práctica del balompié con un total de 482 partidos y 62 tantos.
A mediados de los noventa comienza a jugar para el equipo absoluto mejicano, con el que ya conquistaría la Copa FIFA Confederaciones en 1999 y la Copa de Oro Concacaf en 2003. Además participó en los Mundiales de Francia 98, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. En total, Arellano participó en 69 partidos internacionales y marcó 7 goles.
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