- Es uno de los orgullos del pasado para los georgianos, un duro y técnico defensor que cumple con los simples requisitos de un "One Club Man" al desarrollar toda su carrera en el Dinamo Tbilisi, para el que conquistó Liga y Copa soviética y la Copa de la UEFA entre los años setenta y ochenta.
Destacar en Tbilisi le sirvió para llegar a la increíble selección soviética de aquellos años en los que nos encontramos grandes futbolistas como Anatoliy Demyanenko, Sergej Baltacha, Igor Belánov, Gennadi Litóvchenko y Rinat Dassaev, entre otros.
Hablamos de futbolistas que hoy pertenecen a otros países, regiones que hace más de dos décadas pertenecían a la extensísima URSS. Aquella selección daba auténtico miedo, competitiva, dura, rápida y ordenada. Nuestro protagonista era el guardián de Dassaev junto a Volodymyr Bessonov, Morozov y el ya citado Demyanenko. Eran defensas fuertes y atléticos.
Unos ucranianos, otros lituanos, armenios, estonianos, letones... Aleksandre Gabrielis dze Chivadze (ალექსანდრე გაბრიელის ძე ჩივაძე) es de origen georgiano, cuyo nombre en ruso era Alexander Gabrielovich Chivadze (Александр Чивадзе).
Él nació en Klukhori, territorio ruso de la región de Stavropol (URSS), el 8 de abril de 1955. Su padre era de origen georgiano, por lo que la familia se trasladó a Georgia cuando Aleksandre tenía apenas quince años.
Mientras ayudaba a su padre en una panadería que tenía en el distrito georgiano de Nakhalovka, en sus ratos libres aprovechaba para jugar con sus amigos en los parques de Tbilisi, hasta que un día quiso tomarse en serio el deporte.
Con la mayoría de edad recién cumplida, Chivadze entraría a formar parte del club más importante de la ciudad natal de su progenitor, el Dinamo Tbilisi. A partir de 1974, el zaguero de Klukhori comenzaría a jugar para las secciones menores, llegando pronto al primer equipo ocupando la posición de mediocentro defensivo.
Pero fue Nodar Akhalkatsi quien quiso probar al joven como defensa central. A partir de 1978, el técnico del Dinamo le convirtió en una especie de Franz Beckenbauer para aprovechar su agilidad y dureza en posiciones más retrasadas.
De esta manera, Chivadze se convirtió en todo un muro soviético que no tardaría en sorprender al seleccionador nacional. Aquel muchacho espigado de bigote poblado empezaría a hacer historia, lo que sirvió para tener sus primeras citas internacionales con la Unión Soviética.
En el Dinamo Tbilisi pasó toda su carrera. Pese a contar con ofertas para abandonar el club georgiano, Aleksandre prefirió permanecer en el club de su vida casi quince años, llegando a ser un jugador fundamental, su capitán y clave para ayudar en la conquista de varios títulos, como una Liga soviética (1978), dos Copas (1976 y 1979) y la Copa de la UEFA (1981).
Así como lo hizo con el Dinamo de Tbilisi, Aleksandre Chivadze llegó a capitanear a la Unión Soviética. |
- Las lesiones lastraron el tramo final de su carrera, de tal manera, que el capitán del Dinamo publicaría su decisión de dejar el fútbol en 1987, justo después de un partido de competición europea frente al Werder Bremen alemán. Posteriormente iniciaría su carrera en los banquillos, llegando a hacerse cargo de la selección georgiana y sus equipos menores.
Pero como jugador representó a la extinta Unión Soviética, produciéndose su debut el 6 de marzo de 1980 en un partido contra Bulgaria. Dos años después, Valeri Lobanovski lo incluiría en la expedición que viajaría a España para disputar el Mundial de 1982. También llegó a participar en México 86, completando su trayectoria internacional con 48 partidos y 3 tantos. En algunos partidos, Aleksandre Chivadze llegó a capitanear a la poderosa selección de la URSS.
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