viernes, 28 de junio de 2024

¿Te acuerdas de Ahmed Radhi?



- Todavía no conocemos el caso de un iraquí que haya sido Balón de Oro, pero podríamos decir que nuestro siguiente protagonista sí lo fue para sus compatriotas. Es una leyenda en Irak y en el mundo del balompié, un hombre víctima del Coronavirus que falleció a los 56 años en el hospital de Al Numan, el 21 de junio de 2020. Que en Paz Descanse.

La fama de este internacional no debe ser en vano. Muchos le recordaréis por ser el jugador que anotó el único gol de su selección en la historia de los mundiales de fútbol, aquel que convirtió ante la poderosa Bélgica de Enzo Scifo en el Estadio Nemesio Díez. Entonces era un jovencísimo delantero, una estrella asiática.
A lo largo de su trayectoria profesional, Radhi quiso probar en el extranjero, como representante del Al-Wakrah en la liga catarí. Lo que es en su país, este jugador convirtió tantos para clubes como Al-Rasheed y Al-Zawraa. Al último dedicó casi toda su carrera.

Nunca jugó por Europa, aunque tampoco se estilaba mucho aquello de contratar jugadores de Oriente Medio. Seguro que muchos agentes europeos tomaron nota de su nombre cuando se le vio marcar gol en aquella Copa del Mundo que se llevó Diego Armando Maradona.

Han pasado muchos años de su retirada, aunque algunos podemos sentir aún lo especial que era vivir un Mundial de fútbol. Así conocimos un poco a Ahmed Radhi Humaiesh Al-Salehi (أحمد راضي هميش الصالحي‎), el mítico dorsal ocho de la selección iraquí, un delantero que bien podía ocupar cualquier parte del frente de la zona de ataque.
Conocido futbolísticamente por el apellido Radhi, este jugador nació en Bagdad (Irak), el 21 de abril de 1964. Educado en buenos centros de la ciudad, pasó a formar parte de la cantera de Al-Zawraa Sport Club a principios de los ochenta.

En 1991 ya jugó sus primeros partidos a nivel competitivo, pero no se profesionalizó hasta 1982. Radhi empezaría a destacar por encima de sus compañeros, y eso haría que otros clubes más poderosos se lanzaran a por él.

Así es como llegó a Al-Rasheed S.C., un club en propiedad de Uday Hussein, hijo del mismísimo Saddam Hussein, líder político de Irak que pronto se vería envuelto en un conflicto bélico con la llegada de los años noventa.
Ahmed Radhi se haría rápidamente con un sitio en la titularidad, algo que le valió para formar parte del combinado nacional de Evaristo De Macedo, quien llevaría a Irak a su primera participación en una Copa del Mundo. Hasta entonces, el atacante de Bagdad ya había realizado impresionantes actuaciones que le colocaron como el mejor jugador de su país.

Con el equipo de Karkh no solo sería una estrella. Además Radhi sería partícipe de grandes gestas para la afición amarilla, ganando tres competiciones ligueras y otros dos de la copa nacional. Liderando el equipo, el delantero llevaría a Al-Rasheed a competir por la final de la Liga de Campeones asiática de la temporada 88\89. En ella se caería frente a Al-Sadd qatarí. 

Radhi abandonaría la entidad de Karkh con la llegada de la guerra del Golfo Pérsico. No se marcharía de Irak, sino que retornaría a su ciudad natal para representar durante otras tres temporadas a Al-Zawraa, ya siendo más veterano.

Aunque no saldría del continente asiático, Ahmed abandonaría su país para fichar en Qatar por Al-Wakrah. Desde su llegada, el punta persa se convertiría en uno de los mejores futbolistas de la competición catarí.
Ya en su primera campaña, Radhi anotaría una docena de tantos para ser el máximo goleador de la competición liguera, la que se llevaría Al-Arabi. Lo de conquistar este torneo no fue posible mientras el talento iraquí estuvo por Al-Wakrah, ya que en 1997 abandonaría Al Janoub para regresar a casa.

Radhi hizo el primer tanto que Irak hizo en la historia de los Mundiales de fútbol.


- Habiendo sido un talento reconocido por Asia, Radhi se jubilaría jugando para aquel equipo que tanto le había aportado desde el inicio de su carrera deportiva. En su tercera etapa con Al-Zawraa se notaría el bajón físico, lo que le obligaría a cesar su actividad a finales de los noventa, siendo considerado una leyenda del fútbol iraquí, un héroe nacional.

Los números de Ahmed Radhi ya lo dicen todo, puesto que fue internacional con Irak en 121 ocasiones y marcó 62 tantos. En numerosas ocasiones capitaneó al equipo persa y ganó dos veces la Copa Árabe de la FIFA y los Juegos Panarábicos.
En febrero de 1982 jugaría sus primeros partidos con Irak, a cuya selección ayudó a llegar al Mundial de México 86. Radhi jugó todos los partidos y dejó el único gol que figura en la historia de su país en este tipo de eventos, el que le marcó al mítico belga Jean-Marie Pfaff.

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